Yo te llenaré de bendiciones, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y como la arena que está en la orilla del mar; tu posteridad poseerá las ciudades de sus enemigos,
1 Samuel 13:5 - Biblia Torres Amat 1825 También los filisteos se congregaron para pelear contra Israel, con treinta mil carros de guerra, seis mil caballos y gente de a pie, en tanto número como las arenas de las orillas del mar; y avanzando, acamparon en Macmas, al oriente de Betaven o Betel. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces los filisteos se juntaron para pelear contra Israel, treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén. Biblia Nueva Traducción Viviente Los filisteos reunieron un ejército poderoso de tres mil carros de guerra, seis mil hombres para conducirlos, y ¡tantos guerreros como los granos de arena a la orilla del mar! Acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén. Biblia Católica (Latinoamericana) Los filisteos se movilizaron para atacar a Israel. Tenían tres mil carros y seis mil jinetes, su pueblo era tan numeroso como la arena de la orilla del mar. Subieron para acampar en Micmás, al este de Bet-Avén. La Biblia Textual 3a Edicion Y se reunieron los filisteos para guerrear contra Israel: treinta mil° carros y seis mil jinetes, y gente en multitud como la arena que está a la orilla del mar, los cuales subieron y acamparon en Micmás, al oriente de Bet-aven. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los filisteos, por su parte, se congregaron para hacer la guerra a Israel: tres mil carros, seis mil jinetes y tropa tan numerosa como la arena que hay a orillas del mar. Subieron y acamparon en Micmás, al este de Bet Avén. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los filisteos se juntaron para pelear contra Israel; treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo tan numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Betaven. |
Yo te llenaré de bendiciones, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y como la arena que está en la orilla del mar; tu posteridad poseerá las ciudades de sus enemigos,
Por donde me parece será mejor consejo este: Reúnanse contigo todo el pueblo de Israel, desde Dan hasta Bersabee, imnumerable que es como las arenas del mar; y tú te pondrás en medio de todos.
Se pasó también revista de los hijos de Israel, los cuales prevenidos de víveres marcharon al encuentro de sus enemigos, y acamparon enfrente de ellos, a manera de dos pequeños hatos de cabras; al paso que los siros inundaron todo el país.
Ahora, pues, oh Señor Dios, cúmplase la promesa que hiciste a David, mi padre; y pues tú me has hecho rey de este pueblo tuyo tan crecido, tan innumerable como las partículas del polvo de la tierra,
Pasarán a marchas forzadas, diciendo: En Gabaat plantaremos nuestros campamentos. Ramá está sobresaltada, Gabaat la de Saúl huye precipitadamente.
y como sus arenas la descendencia tuya, y como sus granitos o piedrecitas los hijos de tus entrañas; no hubiera perecido, ni quedado borrado su nombre delante de mis ojos.
Yo he hecho más viudas entre ellos que arenas tiene el mar; he enviado contra ellos quien en el mismo mediodía les mate a las madres de sus hijos; he esparcido sobre las ciudades un repentino terror.
Adoraron los habitantes de Samaria las vacas de Betaven; y aquel pueblo y sus sacerdotes, que celebraban ya fiesta en honor de aquel becerro, derraman lágrimas, porque queda desvanecida su gloria.
Si tú, ¡oh Israel!, te has entregado a la fornicación, o idolatría, al menos tú, ¡oh Judá!, no peques; y no queráis ir a Gálgala ni subáis a Betaven, para idolatrar, ni juréis diciendo: Vive el Señor.
Tocad la bocina en Gabaa, tocad la trompeta en Rama; levántase el aullido en Betaven, tras tus espaldas, ¡oh Benjamín!
Por otra parte Isaías exclama con respecto a Israel: Aun cuando el número de los hijos de Israel fuese igual al de las arenas del mar, sólo un pequeño residuo de ellos se salvará.
Se pusieron todos en marcha con sus tropas, habiéndose juntado un gentío innumerable como la arena de las orillas del mar, y una multitud inmensa de caballos y carros.
Así que sus términos fueron por la parte del norte desde el Jordán, tirando al lado septentrional de Jericó , y subiendo desde allí por el occidente a las montañas llegan hasta el desierto de Betavén;
Despachó Josué desde Jericó algunos hombres hacia Hai, que está junto a Betaven, al oriente de la villa de Betel, diciéndoles: Andad y reconoced la tierra. Los cuales en cumplimiento de la orden, reconocieron a Hai;
Es de advertir que los madianitas y amalecitas, y todos los pueblos orientales yacían tendidos en el valle, como una muchedumbre de langostas; y sus camellos eran sin número, como las arenas de la orilla del mar.
Y le dijo Samuel: ¿Qué has hecho? Respondió Saúl: Como vi que me iba abandonando la gente, y que tú no venías en el plazo señalado, y los filisteos por una parte se habían juntado en Macmas,
Y escogió tres mil hombres de Israel; de los cuales dos mil estaban con Saúl frente a Macmas, y en el monte de Betel; y otros mil con Jonatás enfrente de Gabaa de Benjamín; y despidió todo el resto del pueblo, cada uno a su casa.
Por lo demás, en todo el tiempo de Saúl hubo guerra muy viva contra los filisteos. Por esta razón, luego que Saúl tenía noticia de algún varón esforzado y hábil para la guerra, lo tomaba consigo.
Sucedió después de algún tiempo que los filisteos juntando sus escuadrones para pelear, se reunieron en Socó de Judá, y acamparon entre Socó y Azeca, en los confines de Dommin.
Quedaron entonces humillados los filisteos, y ya no se atrevieron a venir más a las tierras de Israel. Así, pues, la mano del Señor se hizo sentir sobre los filisteos mientras vivió Samuel.