Respondió Semei al rey: Está muy bien; como lo manda el rey, mi señor, así lo hará tu siervo. Habitó, pues, Semei largo tiempo en Jerusalén .
1 Reyes 20:4 - Biblia Torres Amat 1825 A lo que contestó el rey de Israel: Tuyo soy, mi rey y Señor, como tú dices, y tuyas son todas mis cosas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el rey de Israel respondió y dijo: Como tú dices, rey señor mío, yo soy tuyo, y todo lo que tengo. Biblia Nueva Traducción Viviente «Está bien, mi señor el rey —respondió el rey de Israel—. ¡Todo lo que tengo es tuyo!». Biblia Católica (Latinoamericana) El rey de Israel le respondió: 'Tú lo has dicho, rey mi señor, soy tuyo con todo lo que me pertenece'. La Biblia Textual 3a Edicion Y el rey de Israel respondió y dijo: Como tú dices, oh mi señor el rey, yo soy tuyo con todo lo que tengo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió el rey de Israel: 'Conforme a lo que dice el rey mi señor, tuyo soy yo con todo lo que me pertenece'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey de Israel respondió, y dijo: Como tú dices, rey señor mío, yo soy tuyo, y todo lo que tengo. |
Respondió Semei al rey: Está muy bien; como lo manda el rey, mi señor, así lo hará tu siervo. Habitó, pues, Semei largo tiempo en Jerusalén .
Esto dice Benadad: Tu plata y tu oro es mío, y tus mujeres y tus gallardos hijos míos son.
Volviendo de nuevo los mensajeros dijeron: Esto dice Benadad, que nos vuelve a enviar a ti: Me has de dar tu plata y tu oro, y tus mujeres, y tus hijos.
Enviaron, pues, los mayordomos de palacio y magistrados de la ciudad, y los ancianos y los preceptores a decir a Jehú: Vasallos tuyos somos, haremos cuanto mandares; no pensamos elegir rey sobre nosotros; haz todo lo que bien te pareciere.
Y a los que de vosotros quedaren, infundiré espanto en sus corazones en medio de los países enemigos; se estremecerán al ruido de una hoja volante, huyendo de ella como de una espada; caerán sin que nadie los persiga;
Serás hecho esclavo de un enemigo que conducirá el Señor contra ti, le servirás con hambre y sed, y desnudez, y todo género de miserias; y pondrá un yugo de hierro sobre tu cerviz, hasta que te aniquile.
Los cuales dijeron a los enemigos: Mañana saldremos a vosotros, y nos trataréis como os plazca.