No extiendas tu mano sobre el muchacho, prosiguió el ángel, ni le hagas daño alguno: que ahora me doy por satisfecho que temes a Dios, pues no has perdonado a tu hijo único por amor de mí o por obedecerme.
1 Reyes 18:3 - Biblia Torres Amat 1825 Y Acab llamó a Abdías, mayordomo de su palacio. (Era Abdías muy temeroso de Dios; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Acab llamó a Abdías su mayordomo. Abdías era en gran manera temeroso de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Por eso Acab mandó llamar a Abdías, quien estaba a cargo del palacio. (Abdías era un fiel seguidor del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Ajab acababa de enviar a Obadías, administrador del palacio real; ese Obadías tenía realmente el temor de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Y Acab llamó a Abdías, que estaba a cargo de la casa, y temía en gran manera a YHVH, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ajab mandó llamar a Abdías, mayordomo de palacio. Abdías era muy temeroso de Yahveh, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Acab llamó a Abdías que era el mayordomo de su casa. Y Abdías era en gran manera temeroso de Jehová. |
No extiendas tu mano sobre el muchacho, prosiguió el ángel, ni le hagas daño alguno: que ahora me doy por satisfecho que temes a Dios, pues no has perdonado a tu hijo único por amor de mí o por obedecerme.
Tomó luego diez camellos del ganado de su amo, y partió, llevando consigo de lo mejor de todos los bienes de Abrahán, y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
dijo al criado más antiguo de su casa, y mayordomo de cuanto tenía: Pon tu mano debajo de mi muslo.
No hay cosa chica ni grande que no esté a mi disposición, o que no me haya entregado, a excepción de ti que eres su mujer; pues, ¿cómo puedo yo cometer esa maldad y pecar contra mi Dios?
Tú tendrás el gobierno de mi casa, y al imperio de tu voz, obedecerá el pueblo todo; no tendré yo sobre ti más precedencia que la del solio real.
Pero al tercero, sacándolos de ella, dijo: Haced lo que os he dicho, y quedaréis con vida; porque yo temo a Dios.
Porque se rebeló contra él su siervo Zambri, comandante de la mitad de la caballería. Estaba, pues, Ela en Tersa bebiendo y banqueteando, y se hallaba ya beodo en casa de Arsa, gobernador de Tersa,
Y sucederá que apenas me habré apartado de ti, el espíritu del Señor te transportará a donde yo no sepa; y después que habré dado la noticia a Acab, no hallándote él, me quitará a mí la vida. Y en verdad que tu siervo teme al Señor desde su infancia.
Partió, pues, Elías a presentarse a Acab. Entretanto el hambre era extrema en Samaria.
Vino a clamar a Eliseo la mujer de uno de los profetas, diciendo: Mi marido, siervo tuyo, ha muerto; y bien sabes que tu siervo era temeroso de Dios. Pero ahora viene su acreedor para llevarse mis dos hijos y hacerlos esclavos suyos.
siendo así que los primeros gobernadores antecesores míos cargaron al pueblo, y recibieron de ellos en pan, vino y dinero cuarenta siclos cada día; y que también sus ministros oprimían al pueblo. Mas yo, temiendo a Dios no me porté así;
di mis órdenes sobre Jerusalén a mi hermano Hanani, y a Hananía príncipe de la casa del Señor (como quiera era temido por hombre sincero y más temeroso de Dios que los otros),
Y dijo al hombre: Mira, la verdadera sabiduría consiste en temer al Señor y honrarle, y la inteligencia en apartarse de lo malo.
Bienaventurado el hombre que teme al Señor, y que toda su afición la pone en cumplir sus mandamientos.
En el temor del Señor se haya la firme esperanza; en ella vivirán sus hijos.
Entonces aquellos que temen a Dios estuvieron hablando unos con otros. Y Dios estuvo atento, y escuchó y fue escrito ante él un libro de memoria a favor de los que temen al Señor, y tienen en el corazón su santo Nombre.
Nada temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma. Temed antes al que puede arrojar alma y cuerpo en el infierno.
hombre religioso, y temeroso de Dios con toda su familia, y que daba muchas limosnas al pueblo, y hacía continua oración a Dios.
sino que en cualquiera nación, el que le teme, y obra bien, merece su agrado.