Yo pondré enemistades entre ti y la mujer, y entre tu raza y la descendencia suya: ella quebrantará tu cabeza, y andarás acechando a su calcañar.
1 Juan 3:8 - Biblia Torres Amat 1825 Todo aquel que nació de Dios, no hace pecado, porque la semilla de Dios, que es la gracia santificante, mora en él, y, si no la echa de sí, no puede pecar, porque es hijo de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio; pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo. Biblia Católica (Latinoamericana) En cambio quienes pecan son del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio.
Para esto se ha manifestado el Hijo de Dios: para deshacer las obras del Diablo. La Biblia Textual 3a Edicion el que practica° el pecado procede del diablo, pues el diablo peca° desde un principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para que destruyera las obras del diablo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que comete pecado del diablo es, porque el diablo peca desde el principio. Para esto se manifestó el Hijo de Dios: para destruir las obras del diablo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. |
Yo pondré enemistades entre ti y la mujer, y entre tu raza y la descendencia suya: ella quebrantará tu cabeza, y andarás acechando a su calcañar.
Hizo, pues, Moisés, una serpiente de bronce, y la puso por señal, a la cual mirando los mordidos, sanaban.
Mas si yo echo los demonios en virtud del espíritu de Dios, se sigue por cierto que ya el reino de Dios, o el Mesías, ha llegado a vosotros.
el campo es el mundo; la buena simiente son los hijos del reino; la cizaña son los hijos del espíritu maligno.
Entonces, acercándose el tentador, le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que esas piedras se conviertan en panes.
diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Ya sé quién eres: eres el Santo de Dios.
A lo que les respondió: Yo estaba viendo a Satanás caer del cielo a manera de relámpagos.
Ahora mismo va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser lanzado fuera.
y tocante al juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
Vosotros sois hijos del diablo, y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre; él fue homicida desde el principio ; y, nunca ha estado firme en la verdad; y así no hay verdad en él; cuando dice mentira, habla como quien es, por ser de suyo mentiroso y padre de la mentira.
El Dios de la paz quebrante y abata presto a Satanás debajo de vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
en que vivisteis en otro tiempo, según la costumbre de este siglo mundano, a merced del príncipe que ejerce su potestad sobre este aire, que es el espíritu que al presente domina en los hijos rebeldes,
Y despojando con esto a los principados y potestades infernales, los sacó valerosamente en público, y los llevó delante de sí, triunfando sobre ellos en su propia persona, o por su pasión y muerte.
Pero el Espíritu Santo dice claramente que en los venideros tiempos han de apostatar algunos de la fe, dando oídos a espíritus falaces y a doctrinas diabólicas,
y librar a aquellos que por el temor de la muerte estaban toda la vida sujetos a servidumbre.
Y así como está decretado a los hombres morir una sola vez, y después el juicio,
si tampoco perdonó al antiguo mundo, aunque preservó al predicador de la justicia divina, Noé , con siete personas, al anegar con el diluvio el mundo de los impíos;
esto que vimos y oímos, es lo que os anunciamos, para que tengáis también vosotros unión con nosotros, y nuestra común unión sea con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
En verdad que ésta es la doctrina que aprendisteis desde el principio , que os améis unos a otros.
Todo aquel que permanece en él, no peca; y cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.
Sabemos también que vino el Hijo de Dios, y nos ha dado discreción para conocer al verdadero Dios, y para estar en su Hijo verdadero. Este es el verdadero Dios y la vida eterna que esperamos.
Así como también Sodoma y Gomorra, y las ciudades cercanas, siendo reas de los mismos excesos de impureza y entregadas al pecado, vinieron a servir de escarmiento, sufriendo la pena del fuego eterno.
y el falso profeta serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
El que no fue hallado escrito en el Libro de la vida fue así mismo arrojado en el estanque de fuego.