Mas yo tengo aquí, añadió, un paraje especial mío. Tú, pues, te estarás sobre aquella peña;
1 Juan 3:18 - Biblia Torres Amat 1825 En esto echamos de ver que procedemos con verdad, y así alentaremos o justificaremos nuestros corazones en la presencia de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Biblia Nueva Traducción Viviente Queridos hijos, que nuestro amor no quede solo en palabras; mostremos la verdad por medio de nuestras acciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Hijitos, no amemos con puras palabras y de labios para afuera, sino de verdad y con hechos. La Biblia Textual 3a Edicion Hijitos, no amemos de palabra ni de lengua, sino con obra y de verdad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hijitos, no amemos de palabra ni con la boca, sino con obra y de verdad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. |
Mas yo tengo aquí, añadió, un paraje especial mío. Tú, pues, te estarás sobre aquella peña;
Y acuden a ti en gran cantidad, se sientan delante de ti los del pueblo mío, y escuchan tus palabras; pero no las ponen en práctica; porque ellos las convierten en asuntos de sus canciones, y su corazón corre tras de avaricia.
Y yo por amor de ellos me santifico, me ofrezco por víctima, a mí mismo; con el fin de que ellos sean santificados en la verdad.
El amor sea sin fingimiento. Tened horror al mal, y aplicaos perennemente al bien,
Porque vosotros, hermanos míos, sois llamados a un estado de libertad; cuidad solamente que esta libertad no os sirva de ocasión para vivir según la carne; pero sed siervos unos de otros por un amor espiritual,
antes bien siguiendo la verdad del Evangelio con caridad, en todo vayamos creciendo en Cristo , que es nuestra cabeza,
acordándonos delante del Dios y padre nuestro de las obras de vuestra fe, de los trabajos de vuestra caridad, y de la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo,
puesto que habéis renacido no de semilla corruptible, sino incorruptible por la palabra de Dios vivo, la cual permanece por toda la eternidad.
Y él mismo es la víctima de propiciación por nuestros pecados; y no tan sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Quien comete pecado, del diablo es hijo, porque el diablo desde el momento de su caída continúa pecando. Por eso vino el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
En atención a la misma verdad, que permanece en nosotros, y estará con nosotros eternamente,
Carísimo, ruego a Dios que te prospere en todo, y goces salud, como la goza dichosamente tu alma.