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1 Corintios 8:9 - Biblia Torres Amat 1825

Pero cuidad de que esta libertad que tenéis no sirva de tropiezo a los débiles.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero ustedes deben tener cuidado de que su libertad no haga tropezar a los que tienen una conciencia más débil.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuídense, pues, de que sus derechos no hagan caer a los débiles.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero mirad que esta libertad vuestra no sea en alguna manera tropezadero para los débiles.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sin embargo, tened cuidado de que esa libertad vuestra no sea un escándalo para los débiles.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas mirad que esta vuestra libertad de ninguna manera venga a ser tropezadero a los que son débiles.

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Lòt tradiksyon



1 Corintios 8:9
27 Referans Kwoze  

Decid a los pusilánimes: ¡Ea! buen ánimo, y no temáis; mirad a vuestro Dios que viene a ejecutar una justa venganza. Dios mismo en persona vendrá, y os salvará.


Yo diré entonces: Abrid camino, dejad expedito el paso, despejad la senda, apartad los estorbos del camino de mi pueblo.


Hijo de hombre, esos varones llevan sus inmundicias o ídolos dentro de sus corazones, y tienen siempre delante de sí el escándalo de su maldad. Cuando ellos me pregunten, ¿piensas acaso que les contestaré?


pues le sirvieron delante de sus ídolos, y fueron ellos piedra de escándalo a la familia de Israel, para que cayera en la maldad. Por eso yo alcé mi mano contra ellos, dice el Señor Dios, y juré que llevarán la paga de su maldad.


No hables mal de un sordo, ni pongas tropiezo ante los pies del ciego; mas temerás al Señor Dios tuyo; porque yo soy el Señor.


Mirad que no despreciéis a alguno de estos pequeñitos; porque os hago saber que sus ángeles en los cielos están siempre viendo la cara de mi Padre celestial.


Y así nosotros, como más fuertes en la fe, debemos soportar las flaquezas de los menos firmes y no dejarnos llevar de una vana complacencia por nosotros mismos.


Dicta la caridad que nadie busque su propia satisfacción o conveniencia sino el bien del prójimo.


Mas si alguno dijere: Esto ha sido sacrificado a los ídolos, no lo comáis, en atención al que os ha avisado y a la conciencia:


a la conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué me he de exponer, diréis, a que sea condenada por la conciencia de otro esta libertad que tengo de comer de todo?


No deis motivo de ofensión o escándalo ni a los judíos, ni a los gentiles, ni a la Iglesia de Dios;


Porque si uno de éstos ve a otro, de los que están más instruidos, puesto a la mesa en un lugar dedicado a los ídolos, ¿no es claro que el que tiene su conciencia débil, se tentará a comer también de aquellas viandas sacrificadas que cree impuras?


Así sucede que, pecando contra los hermanos, y llagando su conciencia poco firme, venís a pecar contra Cristo .


Me hice flaco con los flacos, por ganar a los flacos. me hice todo para todos, para salvarlos a todos,


Digo esto con confusión mía, pues en este punto pasamos por sobrado débiles, o moderados. Pero en cualquiera otra cosa de que alguno presumiere y se vanagloriare (os parecerá que hablo sin cordura) no menos presumo yo:


¿Quién enferma, que no enferme yo con él?; ¿quién es escandalizado, o cae en pecado, que yo no me requeme?


Nosotros, no demos a nadie motivo alguno de escándalo, para que no sea vituperado nuestro ministerio.


Porque vosotros, hermanos míos, sois llamados a un estado de libertad; cuidad solamente que esta libertad no os sirva de ocasión para vivir según la carne; pero sed siervos unos de otros por un amor espiritual,


Estad sobre aviso para que nadie os seduzca por medio de una filosofía inútil y falaz, y con vanas sutilezas, fundadas sobre la tradición de los hombres, conforme a las máximas del mundo, y no conforme a la doctrina de Jesucristo,


Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, respetad al rey.


Porque si después de haberse apartado de las asquerosidades del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, enredados otra vez en ellas son vencidos, su postrera condición viene a ser peor que la primera.


pues así tienes tú también a los que siguen la doctrina de los nicolaítas.