Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




1 Corintios 4:8 - Biblia Torres Amat 1825

He aquí que vosotros estáis ya satisfechos, hechos ya ricos; sin nosotros estáis reinando; y quiera a Dios que en efecto reinéis, para que así nosotros reinemos también con vosotros.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ustedes piensan que ya tienen todo lo que necesitan. Creen que ya son ricos. ¡Hasta han comenzado a reinar sin nosotros en el reino de Dios! Yo desearía que en verdad ya estuvieran reinando, porque entonces nosotros estaríamos reinando con ustedes.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero, ¿qué hacer? Ustedes ya son ricos, están satisfechos, y se sienten reyes sin nosotros. ¡Ojalá fueran reyes! Así nos darían un asiento a su lado.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Ya estáis saciados, ya os enriquecisteis, sin nosotros reinasteis. ¡Ojalá hubierais llegado° a reinar para que también nosotros reináramos con vosotros!

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ya os sentís saciados. Ya os habéis hecho ricos. Ya habéis logrado el reino sin nosotros. ¡Ojalá fuera verdad que hubierais logrado el reino, para que también nosotros lo compartiéramos con vosotros!

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis: Y quisiera Dios que reinaseis, para que nosotros reinásemos también con vosotros.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



1 Corintios 4:8
27 Referans Kwoze  

Hay quien hace del rico, no teniendo nada, y quien parece pobre, teniendo mucha riqueza.


Nubes de viento, que no traen lluvia, es el hombre fanfarrón que no cumple sus promesas.


¡Ay de vosotros que sois briosos para beber vino, y hombres fuertes para embriagaros con diversos licores!


y le dijo: Amén; ojalá que así lo haga el Señor; ojalá que se verifiquen esas palabras con que tú has profetizado, de suerte que se restituyan los vasos sagrados desde Babilonia a la casa del Señor y que todos los judíos que fueron llevados cautivos a Babilonia, vuelvan a este lugar.


Pero él le respondió: ¿A qué fin tienes celos por amor de mí? ¡Ah! ¡Quién me diera que todo el pueblo profetizase y que el Señor concediese a todos su espíritu!


Mas viendo Jesús a todo este gentío se subió a un monte, donde habiéndose sentado, se le acercaron sus discípulos;


¡Ay de vosotros los que andáis hartos!, porque sufriréis hambre. ¡Ay de vosotros los que ahora reís!, porque día vendrá en que os lamentaréis y lloraréis.


A lo que contestó Pablo: Quiera Dios, como deseo, que no solamente faltara poco, sino que no faltara nada, para que tú y todos cuantos me oyen llegaseis a ser hoy tales cual soy yo, salvo estas cadenas.


Por lo que os exhorto a todos vosotros, en virtud del ministerio que por gracia se me ha dado, a que en vuestro saber o pensar, no os levantéis más alto de lo que debéis, sino que os contengáis dentro de los límites de la moderación, según la medida de fe que Dios ha repartido a cada cual.


porque en él habéis sido enriquecidos con toda suerte de bienes espirituales, con todo lo que pertenece a los dones de la palabra y de la ciencia,


Algunos sé que están tan engreídos, como si yo nunca hubiese de volver a vosotros.


No tenéis, pues, motivo para gloriaros. ¿No sabéis acaso que un poco de levadura fermenta toda la masa?


¡Oh, si soportaseis por un poco mi indiscreción! Mas, sí, soportadme, y sufridme,


Así es que nos gozamos de que estéis fuertes en la virtud, y que nosotros parezcamos débiles o sin poder. Y pedimos igualmente a Dios que os haga perfectos.


Porque si alguno piensa ser algo, se engaña a sí mismo, pues verdaderamente de suyo es nada.


Sólo os encargo ahora que vuestro proceder sea digno del Evangelio de Cristo ; para que o sea que yo vaya a veros, o que esté ausente, oiga decir de vosotros que perseveráis firmes en un mismo espíritu, trabajando unánimes por la fe del Evangelio.


Por lo cual, carísimos míos, (puesto que siempre habéis sido obedientes a mi doctrina, sedlo ahora) trabajad con temor y temblor en la obra de vuestra salvación, no sólo como en mi presencia, sino mucho más ahora en ausencia mía.


Te aconsejo que compres de mí el oro afinado en el fuego, con que te hagas rico, y te vistas de ropas blancas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio para que veas.


Vi también y oí la voz de muchos ángeles alrededor del solio, y de los animales, y de los ancianos, y su número era millares de millares,