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1 Corintios 3:8 - Biblia Torres Amat 1825

Tanto el que planta, como el que riega, viene a ser una misma cosa. Pero cada uno recibirá su propio salario a medida de su trabajo.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El que planta y el que riega trabajan en conjunto con el mismo propósito. Y cada uno será recompensado por su propio arduo trabajo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El que planta y el que riega están en la misma situación, y Dios pagará a cada uno según su trabajo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el que planta y el que riega son una sola cosa, aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El que planta y el que riega son una misma cosa; eso sí, cada uno recibirá el salario a la medida de su trabajo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.

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Lòt tradiksyon



1 Corintios 3:8
25 Referans Kwoze  

y que tú, Señor, eres misericordioso; porque a cada uno remunerarás conforme a sus obras.


Quien cuida de la higuera, comerá sus frutos; y el que cuida bien de su amo, será honrado.


Mas los que hubieren sido sabios brillarán como la luz del firmamento; y como estrellas por toda la eternidad aquellos que hubieren enseñado a muchos la justicia o la virtud.


Ello es que el Hijo del hombre ha de venir revestido de la gloria de su Padre, acompañado de sus ángeles, a juzgar a los hombres; y entonces dará el pago a cada cual conforme a sus obras.


Dijo asimismo a éste: Tú tendrás también el gobierno de cinco ciudades.


el cual ha de pagar a cada uno según sus obras,


Así que, amados hermanos míos, estad firmes y constantes, trabajando siempre más y más en la obra del Señor, que sabéis que vuestro trabajo no quedará sin recompensa delante del Señor.


Si la obra de uno sobrepuesta subsistiere sin quemarse, recibirá la paga.


Y así ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que es el que hace crecer y fructificar.


Porque nosotros somos unos coadjutores de Dios; vosotros sois el campo que Dios cultiva, sois el edificio que Dios construye por nuestras manos.


Porque aun cuando tengáis millares de maestros en Jesucristo, no tenéis muchos padres. Pues yo soy el que os he engendrado en Jesucristo por medio de la buena nueva.


¿Quién milita jamás a sus expensas? ¿Quién planta una viña, y no come de su fruto? ¿Quién apacienta un rebaño, y no se alimenta de la leche del ganado?


Por tanto, examine bien cada uno sus propias obras, y así si halla que son rectas tendrá entonces motivo de gloriarse en sí mismo solamente, y no respecto de otro.


Porque cada cual, al ir a ser juzgado, cargará con su propio fardo.


Deseamos que cada uno de vosotros muestre el mismo fervor hasta el fin para el cumplimiento o perfección de su esperanza,


Vosotros igualmente, ¡oh jóvenes!, estad sujetos a los ancianos, o sacerdotes. Todos, en fin, inspiraos recíprocamente y ejercitad la humildad; porque Dios resiste a los soberbios, pero a los humildes les da su gracia.


Todo aquel que no persevera en la doctrina de Cristo , sino que se aparta de ella, no tiene a Dios; el que persevera en ella, ése tiene, o posee dentro de sí al Padre y al Hijo.


y a los demás que habitáis en Tiatira: A cuantos no siguen esta doctrina, y no han conocido las honduras de Satanás, o las profundidades, como ellos llaman, yo no echaré sobre vosotros otra carga;


Mirad que vengo luego, y traigo conmigo mi galardón, para recompensar a cada uno según sus obras.