Dando al uno cinco talentos, a otro dos, y uno solo a otro, a cada uno según su capacidad, y se marchó inmediatamente.
1 Corintios 3:5 - Biblia Torres Amat 1825 Unos ministros, y no más, de aquél en quien habéis creído; y eso según el don que a cada uno ha concedido el Señor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de todo, ¿quién es Apolos?, ¿quién es Pablo? Nosotros solo somos siervos de Dios mediante los cuales ustedes creyeron la Buena Noticia. Cada uno de nosotros hizo el trabajo que el Señor nos encargó. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Qué es Apolo? ¿Qué es Pablo? Son servidores que recibieron de Dios dones diferentes, y por medio de los cuales ustedes llegaron a la fe. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Qué, pues, es Apolos? ¿Y qué es Pablo?° Servidores por medio de los cuales creísteis, y eso según dio el Señor a cada uno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues, ¿qué es Apolo?, ¿qué es Pablo? Unos servidores, por medio de los cuales abrazasteis la fe; y cada uno es según la gracia que le dio el Señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Sino ministros por los cuales habéis creído, y eso según lo que a cada uno ha concedido el Señor. |
Dando al uno cinco talentos, a otro dos, y uno solo a otro, a cada uno según su capacidad, y se marchó inmediatamente.
conforme nos lo tienen referidos aquellos mismos que desde su principio han sido testigos de vista y ministros de la palabra,
Pero Juan les respondió, y dijo: No puede el hombre atribuirse nada, si no le es dado del cielo.
En este tiempo vino a Efeso un judío, llamado Apolo, natural de Alejandría, varón elocuente, y muy versado en las Escrituras.
Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo, recorridas las provincias superiores del Asia, pasó a Efeso, y encontró a algunos discípulos,
de ser ministro de Jesucristo entre las naciones; para ejercer el sacerdocio de la buena nueva de Dios, a fin de que la oblación de los gentiles le sea grata, estando santificada por el Espíritu Santo.
Así es que ha puesto Dios varios miembros en la Iglesia, unos en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar profetas, en el tercero doctores, luego a los que tienen el don de hacer milagros, después a los que tienen gracia de curar, de socorrer al prójimo, don de gobierno, de hablar todo género de lenguas, de interpretar las palabras.
En cuanto a nuestro hermano Apolo os hago saber que le he instado mucho para que fuese a visitaros con alguno de nuestros hermanos; pero no ha creído conveniente hacerlo ahora, mas él irá cuando tuviere oportunidad.
Yo, según la gracia que Dios me ha dado, eché en vosotros, cual perito arquitecto, el cimiento del espiritual edificio; otro edifica sobre él. Pero mire bien cada uno cómo alza la construcción o qué doctrina enseña,
Porque todas las cosas son vuestras, bien sea Pablo, bien Apolo, bien Cefas; el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro, todo es vuestro, o hecho para vuestro bien;
Y así ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que es el que hace crecer y fructificar.
Por lo cual si lo hago de buena voluntad, premio aguardo; pero si por fuerza, entonces no hago más que cumplir con el cargo que tengo.
¿Son ministros de Cristo ? (aunque me expongo a pasar por imprudente), diré que yo lo soy más que ellos, pues me he visto en muchísimos más trabajos, más en las cárceles, en azotes sin medida, en riesgos de muerte frecuentemente;
manifestándose por vuestras acciones que vosotros sois carta de Cristo , hecha por nuestro ministerio, y escrita, no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, que son vuestros corazones.
Y Dios es el que así mismo nos ha hecho idóneos o capaces para ser ministros del nuevo testamento , no de la letra de la ley, sino del espíritu; porque la letra sola mata, mas el espíritu vivifica.
Por lo cual teniendo nosotros este ministerio de predicar la nueva ley, en virtud de la misericordia que hemos alcanzado de Dios, no decaemos de ánimo;
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, Señor nuestro, haciéndonos siervos vuestros por amor de Jesús .
Mas este tesoro lo llevamos en vasos de barro, frágil y quebradizo; para que se reconozca que la grandeza del poder que se ve en nosotros es de Dios y no nuestra.
Y toda ella es obra de Dios, el cual nos ha reconciliado consigo por medio de Cristo , y a nosotros nos ha confiado el ministerio de la reconciliación.
Y así nosotros como cooperadores del Señor, os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios.
Antes bien portémonos en todas cosas, como deben portarse los ministros de Dios, con mucha paciencia, en medio de tribulaciones, de necesidades, de angustias,
del cual yo he sido constituido ministro, por el don de la gracia de Dios, que se me ha dado conforme a la eficacia de su poder.
con tal que perseveréis cimentados en la fe, y firmes e inconmovibles en la esperanza del Evangelio que oísteis, y que ha sido predicando en todas las naciones que habitan debajo del cielo, del cual yo, Pablo, he sido hecho ministro.
cuyo ministro soy yo por la disposición de Dios, ministerio que se me ha dado en orden a vosotros, gentiles, para desempeñar la predicación de la palabra de Dios,
que fui antes blasfemo, y perseguidor, y opresor; pero alcancé misericordia de Dios, por haber procedido con ignorancia careciendo del don de fe;
El que habla o predica la palabra divina, hágalo de modo que parezca que habla Dios por su boca; quien tiene algún ministerio eclesiástico, ejercítelo como una virtud que Dios le ha comunicado, a fin de que en todo cuanto hagáis sea Dios glorificado por Jesucristo, cuya es la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.