Si lo ignoras, ¡oh hermosísima entre las mujeres!, sal fuera, y ve siguiendo las huellas de los ganados, y guía tus cabritillos a pacer junto a las cabañas de los pastores de mis ovejas.
1 Corintios 16:22 - Biblia Torres Amat 1825 El que no ama a nuestro Señor Jesucristo, sea anatema: Maran Atha. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene. Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien no ama al Señor, tal persona es maldita. Señor nuestro, ¡ven! Biblia Católica (Latinoamericana) Maldito sea el que no ama al Señor.
¡Maran atha! ¡Ven, Señor La Biblia Textual 3a Edicion ¡Si alguno no ama al Señor,° sea anatema!° ¡Maran-atha!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que no ama al Señor, sea anatema. Marana tha. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. Maranata. |
Si lo ignoras, ¡oh hermosísima entre las mujeres!, sal fuera, y ve siguiendo las huellas de los ganados, y guía tus cabritillos a pacer junto a las cabañas de los pastores de mis ovejas.
A su huerto hubo de bajar mi amado, al plantío de las hierbas aromáticas, para recrearse en los verjeles y coger azucenas.
la cual cercó de seto, y la despedregó, y la plantó de cepas escogidas, y edificó una torre en medio de ella, y construyó en ella un lagar, y esperó hasta que diese uvas, y las dio silvestres.
Quien ama al padre o a la madre más que a mí, no merece ser mío; y quien ama al hijo o a la hija más que a mí, tampoco merece ser mío.
Quien ha recibido mis mandamientos, y los observa, ése es el que me ama. Y el que me ama, será amado de mi Padre; y yo le amaré, y yo mismo me manifestaré a él.
Jesús le respondió así: Cualquiera que me ama, observará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos mansión dentro de él.
Si yo no hubiera hecho entre ellos obras tales, cuales ningún otro ha hecho, no tendrían culpa; pero ahora ellos las han visto y con todo me han aborrecido a mí, y no sólo a mí sino también a mi Padre.
A lo cual les dijo Jesús : Si Dios fuera vuestro padre, ciertamente me amaríais a mí; pues yo nací de Dios, y he venido de parte de Dios; porque no he venido de mí mismo, sino que él me ha enviado.
los cuales se presentaron a los príncipes de los sacerdotes y a los ancianos, y dijeron: Nosotros nos hemos obligado con voto y grandes imprecaciones, a no probar bocado hasta que matemos a Pablo.
hasta desear yo mismo ser apartado de Cristo por la salud de mis hermanos, que son mis deudos según la carne,
Ahora, pues, yo os declaro que ningún verdadero profeta, ningún hombre que habla inspirado de Dios, dice anatema a Jesús . Ni nadie puede confesar que Jesús es el Señor, sino por el Espíritu Santo.
Porque para con Jesucristo nada importa el ser circunciso o incircunciso, sino la fe, que obra animada de la caridad.
La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con un amor puro e incorruptible. Amén.
Deseamos que cada uno de vosotros muestre el mismo fervor hasta el fin para el cumplimiento o perfección de su esperanza,
piedra de tropiezo, y piedra de escándalo para los que tropiezan en la palabra de la buena nueva, y no creen en Cristo , aun cuando fueron a esto destinados.
Si alguno dice: Sí, yo amo a Dios, al paso que aborrece a su hermano, es un mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ve, ¿a Dios, a quien no ve, cómo podrá amarle?
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, si amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente yo vengo luego. ¡Amén!. Ven, ¡oh Señor Jesús !