Luego Abimelec llamó a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué he pecado contra ti, que has traído contra mí y contra mi reino tan gran pecado? ¡Hiciste conmigo cosas que no se deben hacer!
Santiago 3:10 - La Biblia Textual 3a Edicion De la misma boca sale bendición y maldición. No conviene que esto sea así, hermanos míos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. Biblia Nueva Traducción Viviente Y así, la bendición y la maldición salen de la misma boca. Sin duda, hermanos míos, ¡eso no está bien! Biblia Católica (Latinoamericana) De la misma boca salen la bendición y la maldición. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De la misma boca salen bendición y maldición. Esto, hermanos míos, no debe ser así. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De una misma boca proceden maldición y bendición. Hermanos míos, esto no debe ser así. |
Luego Abimelec llamó a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué he pecado contra ti, que has traído contra mí y contra mi reino tan gran pecado? ¡Hiciste conmigo cosas que no se deben hacer!
Pero ella le respondió: ¡No, hermano mío! No me humilles, que eso no se hace en Israel. ¡No hagas infamia tal!
Sus magistrados juzgan por soborno, Sus sacerdotes adoctrinan por la paga, Sus profetas adivinan por dinero, Y con todo, se apoyan en YHVH diciendo: ¿Acaso no está YHVH en medio de nosotros? ¡No nos sobrevendrá pues ningún mal!
Porque aún sois carnales, pues habiendo entre vosotros celos y contiendas,° ¿no sois carnales y andáis como humanos?
y aprenden también a estar ociosas, yendo de casa en casa; y no sólo ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando las cosas que no deben.
Sabed,° mis amados hermanos: Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira;
Hermanos míos, no aspiréis muchos a ser maestros, sabiendo que recibiremos un juicio más riguroso.°
Con ella bendecimos al Señor° y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a semejanza de Dios.°
no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino bendiciendo, pues para esto fuisteis llamados, para que heredarais bendición.