Y sucedió que cuando Salomón terminó de hacer toda esta oración y súplica a YHVH, se levantó de estar de rodillas, con sus manos extendidas a los cielos, delante del altar de YHVH.
Salmos 95:6 - La Biblia Textual 3a Edicion ¡Venid, inclinémonos y postrémonos, Arrodillémonos ante la presencia de YHVH, nuestro Hacedor! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Biblia Nueva Traducción Viviente Vengan, adoremos e inclinémonos. Arrodillémonos delante del Señor, nuestro creador, Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Entremos, agachémonos, postrémonos;
de rodillas ante el Señor que nos creó!' Biblia Serafín de Ausejo 1975 Venid y saludémoslo, postrados, doblemos la rodilla ante el Señor, nuestro hacedor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Biblia Traducción en Lenguaje Actual ¡Vamos, adoremos de rodillas a nuestro Dios y creador! |
Y sucedió que cuando Salomón terminó de hacer toda esta oración y súplica a YHVH, se levantó de estar de rodillas, con sus manos extendidas a los cielos, delante del altar de YHVH.
Y toda la congregación se postró mientras entonaban cánticos y resonaban las trompetas, todo hasta que el holocausto fue consumido.
Y cuando se hubo consumido el holocausto, el rey y todos los que estaban con él se inclinaron y se postraron.
El rey Ezequías y los príncipes ordenaron entonces a los levitas que alabaran a YHVH con las palabras de David y del vidente Asaf, y ellos entonaron alabanzas con gran júbilo, y se inclinaron y se postraron.
(Salomón había hecho una plataforma de bronce y la había puesto en medio del atrio; su longitud era de cinco codos, su anchura de cinco codos, y su altura de tres codos.) Se puso pues sobre ella, e hincándose de rodillas delante de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos a los cielos, dijo:
Y al sacrificio de la tarde me levanté de mi aflicción, y rasgado mi vestido y mi manto, hinqué mis rodillas y extendí mis palmas hacia YHVH mi Dios,
Pero ninguno dice: ¿Dónde está nuestro Hacedor, Que restaura las fuerzas durante la noche,
Reconoced que YHVH es ’El, Él nos hizo y suyos somos, Pueblo suyo y ovejas de su prado.
y Tus manos me hicieron y me afirmaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
¡Alégrese Israel en su Hacedor! ¡Regocíjense en su Rey los hijos de Sión!
Que ante él se abatan los moradores del desierto, Y sus enemigos muerdan el polvo.
¡Venid, cantemos con gozo a YHVH! ¡Aclamemos con júbilo a la Roca de nuestra salvación!
No te postrarás ante ellos ni los servirás,° porque Yo soy YHVH tu Dios, Dios Celoso,° que visita la iniquidad de padres sobre hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que lo aborrecen,
Acuérdate de tus Creadores° en los días de tu juventud, Antes que vengan los días malos, Y se acerquen los años en que digas: No tengo en ellos contentamiento.
Aquel día el hombre mirará a su Hacedor, Sus ojos contemplarán al Santo de Israel.
Así dice YHVH, Hacedor tuyo, Y el que te formó desde el seno materno, tu Ayudador: No temas, siervo mío Jacob, Tú, Jesurún,° mi escogido.
Porque marido° tuyo es tu Hacedor; YHVH Sebaot es su nombre, Y tu Redentor es el Santo de Israel, Que será llamado Dios de toda la tierra.
Sin embargo, oh YHVH, Tú eres nuestro Padre; Nosotros la arcilla y Tú nuestro Alfarero, Todos nosotros, obra de tus manos.
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara alta que daban hacia Jerusalem, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como antes acostumbraba hacerlo.
¡Venid, volvamos a YHVH! Porque Él desgarró, pero nos sanará; Él hirió, pero nos vendará la herida.
Porque Israel ha olvidado a su Hacedor, y edificó palacios, Judá multiplicó ciudades fortificadas; Pero Yo prenderé un fuego a sus ciudades que consumirá sus palacios.
Y yendo un poco más adelante, se postraba en tierra y oraba que si era° posible, pasara de Él aquella hora.°
Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba,
Todas las cosas por Él° fueron hechas, y sin Él, nada de lo que ha sido hecho fue hecho.°
Pero cumplidos aquellos días, salimos hasta las afueras de la ciudad acompañados por todos, con sus mujeres e hijos, y después de orar puestos de rodillas en la playa,
Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: ¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Y habiendo dicho esto, durmió.°
Porque fuisteis comprados por precio. Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo.°
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra,
Por tanto, también los que padecen según la voluntad de Dios haciendo el bien, encomienden sus almas al fiel Creador.
Y el Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven! Y el que oye, diga: ¡Ven! Y el que tenga sed, venga, y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.°
Y yo, Juan, soy el que oí y vi estas cosas. Y cuando las hube oído y visto, caí para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.