Cuando mis inquietudes se multiplican en mí, Tus consuelos deleitan mi alma.
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma.
Cuando mi mente se llenó de dudas, tu consuelo renovó mi esperanza y mi alegría.
Cuando las preocupaciones me asediaban, tus consuelos me alegraban el alma.
Cuando crecen las cuitas en mi pecho, tus consuelos me alegran el espíritu.
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
En medio de mis angustias y grandes preocupaciones, tú me diste consuelo y alegría.
Cuando mi corazón desmaya, clamo a ti desde el extremo de la tierra: ¡Llévame a la Roca que es más alta que yo!
z Lo tendré siempre en memoria, y tu alma guardará luto por mí.°
j ¡YHVH es mi porción!, dice mi alma, por tanto esperaré en Él.