Era entonces torpe e ignorante, Como una bestia ante ti.
Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti.
Fui tan necio e ignorante; debo haberte parecido un animal sin entendimiento.
era estupidez, no cordura y no comprendía más que las bestias.
es que soy ignorante y no comprendo, que me parezco a una bestia en tu presencia.
Tan torpe era yo, y no entendía; era como una bestia delante de ti.
He sido muy testarudo; me he portado mal contigo: ¡me he portado como una bestia!
¿Por qué somos reputados como bestias, Y menospreciados ante tus ojos?
No seáis como el caballo o el mulo, sin entendimiento. Cuya boca ha de ser frenada con bozal y freno, Para que se acerquen a ti.°
Porque verá que hasta los sabios mueren, Lo mismo que perecen el ignorante y el necio, Y dejan a otros sus riquezas.
Oh ’Elohim, Tú conoces mi insensatez, Y mis pecados no te son ocultos.
El hombre torpe no lo sabe, El insensato no entiende esto:
Cuando los malvados reverdecen como la hierba, Y florecen todos los que hacen iniquidad, Es para que sean destruidos eternamente.
En verdad soy el más ignorante de los hombres, Y no tengo inteligencia humana.
Respecto a los hijos del hombre, dije en mi corazón: Ha-’Elohim los ha probado para que ellos mismos vean que son semejantes a las bestias,
El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor, Pero Israel no me conoce, mi pueblo no tiene entendimiento.