Para no oír la voz de los que encantan, Del más experto en encantamientos.
Que no oye la voz de los que encantan, Por más hábil que el encantador sea.
y hacen oídos sordos a las melodías de los encantadores de serpientes, aunque toquen con mucha destreza.
para no oír la voz del encantador, del que doma a las serpientes.
Un veneno hay en ellos como veneno de serpiente, son igual que el áspid sordo, que se tapa los oídos,
que no oye la voz de los encantadores, por más hábil que el encantador sea.
5 (6) para no oír lo que dice el mago, el que hace encantamientos.
Defiéndeme, oh YHVH, de la mano perversa, Guárdame de los hombres violentos, Que planean trastornar mis pasos.
El espíritu de Egipto se trastornará dentro de sí, y destruiré sus planes. Consultarán a ídolos y a hechiceros, A nigromantes° y adivinos.
Yo envío contra vosotros serpientes venenosas, Contra las que no valdrá el encantamiento, Y os morderán mortalmente, dice YHVH.
ni encantador, ni médium° o mago, ni evocador de muertos.
Su vino es ponzoña de monstruos, Y veneno mortal de áspides.