A medianoche me levanto para darte gracias, Por tus justos mandamientos.
A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.
Me levanto a medianoche para agradecerte por tus justas ordenanzas.
A medianoche me levanto, te doy gracias por tus justos juicios.
Me levanto en medio de la noche para alabarte por tus justos decretos.
A media noche me levantaré a darte gracias por tus justos juicios.
A medianoche me levanto y te alabo porque tus sentencias son justas.
He jurado, y lo confirmo: Guardaré tus justos mandamientos.
x Justo eres Tú, oh YHVH, Y rectos son tus mandamientos.
Me anticipé al alba y clamé, Esperé con ansias en tu palabra.
Siete veces al día te alabo, A causa de tus justos mandamientos.
Te alabaré con rectitud de corazón, Cuando aprenda tus justos preceptos,°
Reconozco, oh YHVH, que tus mandamientos son justos, Que con razón me afligiste.
El temor de YHVH es limpio, Permanece para siempre, Los juicios de YHVH son verdad, Todos justos.
De día YHVH enviará su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo. Oración al Dios de mi vida:
Levantándose muy de mañana, estando aún oscuro, salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba.
Pero hacia la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los presos escuchaban.
De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento, santo, justo y bueno.
Y ¿qué nación hay tan grande que tenga estatutos y decretos tan justos como toda esta Ley° que hoy pongo ante vosotros?