Me vestía de rectitud, y ella me cubría, Mi justicia era como un manto y una diadema.
Salmos 109:18 - La Biblia Textual 3a Edicion Como de su manto, se vistió de maldición, Y ella entró como agua en sus entrañas, Como aceite en sus huesos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Se vistió de maldición como de su vestido, Y entró como agua en sus entrañas, Y como aceite en sus huesos. Biblia Nueva Traducción Viviente Maldecir le resulta tan natural como la ropa que usa, o el agua que bebe o los alimentos deliciosos que come. Biblia Católica (Latinoamericana) Se puso la maldición como su ropa: que le penetre hasta el fondo como el agua y le cale como aceite hasta sus huesos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 tomó la maldición como vestido, que como agua penetre en su interior, como aceite en sus huesos; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos. |
Me vestía de rectitud, y ella me cubría, Mi justicia era como un manto y una diadema.
Por lo que la soberbia los ciñe cual collar, Y como con un manto se visten de violencia.
¡Penetren estas aguas portadoras de maldición en tus entrañas, haciendo hinchar tu vientre y decayendo tu muslo! Y la mujer dirá: ¡Amén, amén!
Cuando le haya hecho beber las aguas, ocurrirá que si ella se ha mancillado y ha sido infiel a su marido, las aguas de maldición penetrarán en ella haciéndose amargas, y su vientre se hinchará y se caerá su muslo, y la mujer llegará a ser por maldición en medio de su pueblo.
A la verdad, el Hijo del Hombre se va según ha sido escrito de Él,° pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Más le valdría° a ese hombre no haber nacido.
(Éste compró un campo del salario de su iniquidad, y habiéndose hinchado,° reventó por medio y se derramaron todas sus entrañas;
para tomar el lugar° en este ministerio apostólico, del cual se extravió Judas, para irse a su propio lugar.
Por tanto, vestíos como escogidos de Dios, santos y amados, de sentimientos entrañables de compasión, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de longanimidad;
Pero ahora, desechad también vosotros todas estas cosas: Ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje obsceno de vuestra boca.
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos, y todos vosotros revestíos de humildad los unos para con los otros, porque: Dios resiste° a los soberbios y da gracia a los humildes.°