Romanos 7:21 - La Biblia Textual 3a Edicion Así pues, queriendo yo hacer lo bueno,° hallo esta° ley: El mal está en mí. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Biblia Nueva Traducción Viviente He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahí me encuentro con una ley: cuando quiero hacer el bien, el mal se me adelanta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por consiguiente, cuando intento hacer lo bueno descubro que tengo dentro de mí esta ley: que es lo malo lo que está a mi alcance. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hallo, pues, esta ley, que cuando quiero hacer el bien, el mal está en mí. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Me doy cuenta entonces de que, aunque quiero hacer lo bueno, solo puedo hacer lo malo. |
Porque me han rodeado males sin número; Me han sobrecogido mis iniquidades, Y no puedo levantar la vista; Superan en número los cabellos de mi cabeza, Y mi corazón me falla.
La suma° de mis iniquidades es demasiado pesada para mí, Pero Tú mismo° harás expiación por nuestras transgresiones.
Y Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán, y fue impulsado por° el Espíritu al desierto.
Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo el que practica el pecado es esclavo del pecado.
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que obedezcáis a sus concupiscencias;°
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
pero veo otra ley en mis miembros, que combate contra la ley de mi mente, y me encadena a la ley del pecado que está en mis miembros.
(¡Gracias sean dadas a Dios por Jesús el Mesías, Señor nuestro!°) Así pues, yo mismo sirvo con la mente a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado.
porque la ley del Espíritu de vida en Jesús el Mesías te ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Por lo cual convenía que en todo fuera semejante a sus hermanos, para que les fuera un sumo sacerdote misericordioso y fiel, en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino Uno que ha sido tentado en todo según nuestra semejanza, pero° sin pecado.
Les prometen libertad, y ellos mismos son esclavos de corrupción; porque de quien uno es vencido, de éste queda hecho esclavo.