De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no va a juicio,° sino que ha pasado de la muerte a la vida.
Romanos 5:9 - La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, mucho más ahora, habiendo sido declarados justos por su sangre, seremos salvos de la ira por medio de Él. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, ya que hemos sido hechos justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad él nos salvará de la condenación de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Con mucha más razón ahora nos salvará del castigo si, por su sangre, hemos sido hechos justos y santos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Con mucha más razón, por consiguiente, ahora que por su sangre hemos sido justificados, seremos salvados de la ira gracias a su mediación. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mucho más ahora, estando ya justificados en su sangre, por Él seremos salvos de la ira. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Si Dios nos declaró inocentes por medio de la muerte de Cristo, con mayor razón, gracias a Cristo, nos librará del castigo final. |
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no va a juicio,° sino que ha pasado de la muerte a la vida.
Porque la ira de Dios está siendo manifestada desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad.
Por tanto, habiendo sido declarados justos por la fe, tenemos paz ante Dios mediante nuestro Señor Jesucristo.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Jesús el Mesías,°
y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también declaró justos; y a los que declaró justos, a éstos también glorificó.
Pero ahora en Jesús el Mesías, vosotros, que en un tiempo estabais lejos, fuisteis hechos cercanos por la sangre del Mesías.
Entre ellos también vivimos todos nosotros en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad° de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás;
y aguardar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de entre los muertos; a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
¡cuánto más la sangre del Mesías, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras° conciencias de las obras muertas para servir al Dios vivo!
Y según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay remisión.°
Pero si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús° su Hijo nos limpia de todo pecado.