Si tienes inteligencia, oye esto, Escucha la voz de mis palabras:
Si, pues, hay en ti entendimiento, oye esto; Escucha la voz de mis palabras.
»Ahora escúchame, si eres sabio; presta atención a lo que digo.
Si tienes inteligencia, escúchame y presta atención a mis palabras:
Si puedes comprender, escucha; oye el sonido de mi voz.
Si tienes entendimiento, oye esto: Escucha la voz de mis palabras.
»Job, si en verdad eres inteligente, préstame atención.
Pero yo tengo tanto entendimiento como vosotros, No soy menos que vosotros. Sí, ¿quién no sabe tales cosas?
Toda carne perecería a una, Y el hombre volvería al polvo.
¿Podrá juzgar el que aborrece la justicia? ¿Te atreves a condenar al Justo?