¡Despréndase mi hombro de la paletilla, Y descoyúntese mi brazo de su hueso!
Mi espalda se caiga de mi hombro, Y el hueso de mi brazo sea quebrado.
entonces, ¡que se disloque mi hombro! ¡Que mi brazo se descoyunte!
que mi espalda se desprenda del cuello y que mi brazo se parta en el codo.
¡despréndase mi hombro de mi espalda y rómpase mi brazo por el codo!
mi hombro se caiga de mi espalda, y mi brazo sea quebrado de mi antebrazo.
¡No quiero que Dios me castigue! ¡No podría resistir su poder! Pero si acaso he actuado así, ¡que me quede yo sin brazos!
¡Muela mi mujer para otro, Y encórvense otros sobre ella!
Porque temo el castigo de Dios, Ante cuya majestad no puedo hacer nada.
¡Crezcan abrojos en lugar de trigo, Y en vez de cebada hierba mala! Aquí terminan las palabras de Job.
Para que se retire la luz de los malvados, Y se quiebre el brazo enaltecido?
Que mi lengua se pegue a mi paladar, Si no me acuerdo de ti; Si no enaltezco a Jerusalem por encima de mi mayor gozo.