¿No alarga uno la mano al hundirse, O no grita por socorro ante el desastre?
Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro; ¿Clamarán los sepultados cuando él los quebrantare?
»Por cierto que nadie se pondrá en contra del necesitado cuando clama por ayuda en medio de su miseria.
Sin embargo, contra el pobre no levantaba mi mano cuando en su angustia clamaba a mí.
Pero ¿no tendí yo la mano al pobre, cuando en su infortunio imploraba mi ayuda?
Sin embargo Él no extenderá su mano al sepulcro, aunque clamen en su destrucción.
»Yo nunca le negué ayuda a quien me la pidió.
He aquí grito: ¡Violencia! Y no se me responde, Pido auxilio, pero no hay justicia.
¡Quién me diera que me escuchara! ¡He aquí mi firma!° ¡Que ’El-Shadday me responda! ¡Oh! si tuviera el libelo que ha escrito mi acusador,
No digan satisfechos: ¡He aquí nuestro deseo! No digan: ¡Lo hemos devorado!
¡Así perezcan todos tus enemigos, oh YHVH! ¡Los que te aman sean fuertes como el brillar del sol en su salir! Y la tierra reposó cuarenta años.