Me escuchaban expectantes, Atentos en silencio a mi consejo.
Me oían, y esperaban, Y callaban a mi consejo.
»Todos escuchaban mis consejos; estaban en silencio esperando que yo hablara.
Me escuchaban en silencio y esperando mi parecer.
Me escuchaban con gran atención, en silencio, para oír mi parecer.
Me oían, y esperaban; y guardaban silencio ante mi consejo.
»Ante mí, todos guardaban silencio y esperaban recibir mis consejos.
He aquí tú enseñabas a muchos, Y fortalecías las manos débiles.
Cuando Efraín hablaba, cundía el temor, y fue exaltado en Israel, Pero por Baal cayó en pecado, y murió.