Uno muere en la plenitud de su vigor, Enteramente tranquilo y confiado,
Este morirá en el vigor de su hermosura, todo quieto y pacífico;
Una persona muere próspera, muy cómoda y segura,
Hay quien muere en lo mejor de su vida, cuando vivía feliz y tranquilo,
Muere el uno en plena prosperidad, en el colmo de la paz y de la dicha,
Este morirá en el vigor de su hermosura, todo quieto y pacífico.
Algunos mueren en plena juventud, gordos y llenos de vida.
Sus huesos se acostarán con él en el polvo Llenos aún de vigor juvenil,
Sus días transcurren en prosperidad, Y bajan serenamente al sepulcro.
Pues ahora yacería tranquilo, Dormiría, y estaría descansando
Porque nada llevará en su muerte, ni descenderá tras él su gloria.