No digan satisfechos: ¡He aquí nuestro deseo! No digan: ¡Lo hemos devorado!
Ezequiel 36:3 - La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, profetiza y di: Así dice Adonay YHVH: Por cuanto os asolaron y os tragaron por todas partes para que fuerais heredad de otras naciones, y se os ha hecho caer en boca de deslenguados, y los pueblos os han difamado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 profetiza, por tanto, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto os asolaron y os tragaron de todas partes, para que fueseis heredad de las otras naciones, y se os ha hecho caer en boca de habladores y ser el oprobio de los pueblos, Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, hijo de hombre, da este mensaje a los montes de Israel de parte del Señor Soberano: “Sus enemigos los atacaron por todas partes, los hicieron propiedad de muchas naciones y objeto de mucha burla y calumnia. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, profetizarás. Diles de mi parte: Ustedes fueron devastados, pisoteados de todas partes, pasaron a ser propiedad de otras naciones, a costa de ustedes contaron cualquier cosa, los insultaron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 por eso profetiza y di: así dice el Señor Yahveh: precisamente por eso, porque os han devastado y os han puesto asechanzas por todas partes, de modo que sois posesión de las demás naciones y habéis caído en poder de las lenguas y habladurías del pueblo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Profetiza por tanto, y di: Así dice el Señor Jehová: Por cuanto os desolaron y os tragaron de todas partes, para que fueseis heredad a las otras naciones, y se os ha hecho caer en boca de habladores, y ser el oprobio de los pueblos, |
No digan satisfechos: ¡He aquí nuestro deseo! No digan: ¡Lo hemos devorado!
Al director del coro. Sobre Neguinot. Salmo de David. ¡Oh ’Elohim, oye mi clamor y atiende mi oración!
Los que se sientan a la puerta murmuran de mí, Y he venido a ser copla de borrachos.°
¿Por qué han de decir los gentiles: Dónde está su Dios? ¡Sea conocida entre las naciones, a nuestra vista, la venganza de la sangre derramada de tus siervos!
Hemos venido a ser oprobio de nuestros vecinos, Escarnio y burla de quienes nos rodean.
Hasta que su tierra se convierta en desolación y burla perpetua: Todo el que pase por ella se asombrará y meneará la cabeza.
Los leoncillos rugieron contra él, dieron sus bramidos, Y convirtieron su tierra en una desolación; Sus ciudades están quemadas y sin habitantes.
Los convertiré en espanto, en mal para todos los reinos de la tierra, oprobio y mal ejemplo, insulto y maldición, en todos los lugares adonde los arrojaré.
¿No oyes lo que dice este pueblo: Las dos familias que YHVH había escogido las ha desechado? Así desprecian a mi pueblo, y no lo tienen por nación.
Me ha devorado, me ha aplastado Nabucodonosor rey de Babilonia; Me ha puesto cual vasija vacía, Me ha tragado como un dragón, Ha llenado su vientre de mis mejores bocados, Y me ha echado fuera.
Era Sedequías de veintiún años de edad cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalem. Su madre se llamaba Hamutal, hija de Jeremías, de Libna.
b Adonay destruyó sin compasión todas las moradas de Jacob. Derribó en su indignación las fortalezas de la hija de Judá, Al rey y a sus príncipes echó por tierra deshonrados.
h Adonay llegó a ser como enemigo: Se ha tragado a Israel. Devoró su ciudadela, destruyó su plaza fuerte, Y ha multiplicado el lamento y el luto en la hija de Judá.
v Los labios de mis agresores y sus murmuraciones están contra mí todo el día.
Las ciudades habitadas quedarán desiertas y la tierra será asolada, y sabréis que Yo soy YHVH.
Sí, por cuanto han hecho errar a mi pueblo, diciendo: ¡Paz!, cuando no hay paz; de manera que éste° edifica el muro, y otros° lo revocan con lodo suelto.
Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo lo oí.
Así dice Adonay YHVH: En el fuego de mi celo ciertamente he hablado contra las demás naciones, y contra todo Edom, quien, con toda la alegría de su corazón y el desprecio de alma, se apropió de mi tierra para que sus expatriados fueran presa suya.
¡Te ruego, oh Adonay, aparta tu ira e indignación de sobre tu ciudad Jerusalem, tu Monte Santo, conforme a toda tu justicia, porque a causa de nuestros pecados y por la maldad de nuestros padres, Jerusalem y tu pueblo han venido a ser el oprobio de todos cuantos nos rodean!
Porque la tierra habrá quedado desocupada de ellos, y habrá gozado sus días de reposo mientras estaba en desolación sin ellos, y ellos habrán aceptado el castigo de su iniquidad, por haber rechazado mis ordenanzas y su alma aborrecido mis estatutos.
Ni entres en la puerta° de mi pueblo En el día de su infortunio, Ni disfrutes de su desgracia en el día de su infortunio, Ni eches mano° a sus bienes en el día de su infortunio,°
siendo difamados, consolamos. Hasta ahora hemos llegado a ser como la escoria del mundo, el desperdicio de todos.
Y vendrás a ser motivo de espanto, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará YHVH.