'Ya me he quitado la túnica: ¿cómo volverla a vestir? Me he lavado los pies: ¿cómo volver a ensuciarlos?.'
Lucas 11:7 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 y que el otro desde dentro le responde: 'No me molestes; ya la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos en la cama; no puedo levantarme para dártelos'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y aquel, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? Biblia Nueva Traducción Viviente Supongan que ese amigo grita desde el dormitorio: “No me molestes. La puerta ya está cerrada, y mi familia y yo estamos acostados. No puedo ayudarte”. Biblia Católica (Latinoamericana) Y el otro le responde a usted desde adentro: 'No me molestes; la puerta está cerrada y mis hijos y yo estamos ya acostados; no puedo levantarme a dártelos'. La Biblia Textual 3a Edicion y aquél, respondiendo desde adentro, diga: No me molestes; la puerta ya ha sido cerrada y mis niños están conmigo en la cama y no puedo levantarme° a darte? Biblia Reina Valera Gómez (2023) y él, desde adentro, respondiendo, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme y dártelos? Biblia Traducción en Lenguaje Actual Supongamos también que el vecino le responda así: “¡No me molestes! La puerta ya está cerrada con llave, y mi familia y yo estamos acostados. No puedo levantarme a darte los panes.” |
'Ya me he quitado la túnica: ¿cómo volverla a vestir? Me he lavado los pies: ¿cómo volver a ensuciarlos?.'
Pero, mientras iban a comprarlo, llegó el novio; las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta.
porque un amigo mío ha llegado de viaje a mi casa, y no tengo qué ofrecerle';
Os digo que, aunque no se levante a dárselos por ser amigo suyo, se levantará al menos para que deje de importunarle y le dará cuanto necesita.
Después que el amo de la casa se haya levantado a cerrar la puerta, vosotros os quedaréis fuera y comenzaréis a llamar a la puerta, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Pero él os responderá: 'No sé de dónde sois vosotros'.
Entonces Jesús se fue con ellos. Pero, cuando estaba ya cerca de la casa, el centurión le mandó unos amigos para decirle: 'Señor, no te molestes; porque yo no soy digno de que entres bajo mi techo;
De aquí en adelante que nadie me moleste, pues yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.