Jueces 19:11 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando estaban junto a Jebús, ya muy avanzado el día, dijo el criado a su señor: 'Vamos a entrar en esta ciudad de los jebuseos para pasar allí la noche'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y estando ya junto a Jebús, el día había declinado mucho; y dijo el criado a su señor: Ven ahora, y vámonos a esta ciudad de los jebuseos, para que pasemos en ella la noche. Biblia Nueva Traducción Viviente Ya era tarde cuando se acercaron a Jebús, y el siervo le dijo: —Paremos en esta ciudad jebusea y pasemos aquí la noche. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando estuvieron cerca de Jebus, como ya atardecía, el sirviente dijo a su patrón: 'Tú debieras dejar el camino y entrar en esa ciudad de los jebuseos, nosotros pasaremos aquí la noche'. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando estuvieron junto a Jebús se iba acabando el día, por lo cual el criado dijo a su amo: Ven, te ruego, y desviémonos hacia aquella ciudad de los jebuseos, y pernoctaremos en ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estando ya junto a Jebús, el día había declinado mucho; y dijo el criado a su señor: Ven ahora, y vámonos a esta ciudad de los jebuseos, para que pasemos en ella la noche. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Cuando se acercaban a Jebús, es decir, a Jerusalén, el sirviente le dijo: —Sería bueno quedarnos a pasar la noche en esta ciudad de los jebuseos, ¿no le parece? |
El rey y sus hombres se dirigieron a Jerusalén contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra. Éstos habían desafiado a David en estos términos: 'No entrarás aquí; cojos y ciegos bastarán para rechazarte'. Como queriendo decir: no entrará David aquí.
Los hijos de Judá no pudieron expulsar a los jebuseos que habitaban en Jerusalén; y así, los jebuseos siguen en Jerusalén junto a los hijos de Judá hasta el día de hoy.
En cambio, los benjaminitas no pudieron echar a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, los cuales hasta el día de hoy moran con los benjaminitas en Jerusalén.
Pero el hombre no quiso pasar la noche allí, sino que se levantó, se fue y llegó frente a Jebús, es decir Jerusalén. Llevaba los dos asnos cargados y le acompañaban la concubina y el criado.
Pero le replicó su señor: 'No vamos a entrar en una ciudad extranjera en la que no hay israelitas. Pasaremos hasta Guibeá'.
Tenemos paja y forraje para nuestros asnos; y también pan y vino para mí, para tu sierva y para el criado que acompaña a tu siervo; no nos falta de nada'.