Y luego les dijo: 'Id y comed manjares grasos y bebed vinos dulces, y mandad también raciones a los que no tengan nada preparado, pues este día está consagrado a nuestro Señor. Y no os aflijáis, porque la alegría en Yahveh es vuestra fortaleza'.
Juan 6:12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 Una vez saciados, dice a sus discípulos: 'Recoged los pedazos que han sobrado, para que no se pierda nada'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Biblia Nueva Traducción Viviente Una vez que quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus discípulos: «Ahora junten lo que sobró, para que no se desperdicie nada». Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: 'Recojan los pedazos que han sobrado para que no se pierda nada. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando se hubieron saciado, dice a sus discípulos: Recoged los trozos sobrantes para que no se pierda nada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Una vez que todos comieron y quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus discípulos: «Recojan lo que sobró, para que no se desperdicie nada.» |
Y luego les dijo: 'Id y comed manjares grasos y bebed vinos dulces, y mandad también raciones a los que no tengan nada preparado, pues este día está consagrado a nuestro Señor. Y no os aflijáis, porque la alegría en Yahveh es vuestra fortaleza'.
Dueños se hicieron de ciudades fortificadas y de una tierra fértil; ocuparon casas llenas de toda suerte de bienes, cisternas ya excavadas, viñedos y olivares, multitud de árboles frutales. Comieron, se saciaron, engordaron, disfrutaron las delicias de tu inmensa bondad.
El que se muestra negligente en su trabajo es pariente próximo del que destruye.
a los hambrientos les colmó de bienes, y despidió a los ricos con las manos vacías.
No muchos días después, el hijo más joven lo reunió todo, se fue a un país lejano y allí despilfarró su hacienda, llevando una vida licenciosa.
Decía también a los discípulos: 'Había un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue denunciado ante su dueño como malversador de sus bienes.
Comieron todos hasta quedar saciados; y se recogieron doce canastos con las sobras. Estaba él un día haciendo oración en un lugar apartado y los discípulos estaban con él. Les preguntó: '¿Quién dice la gente que soy yo?'.