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Jeremías 5:12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

Renegaron de Yahveh y dijeron: 'Él no existe; no nos vendrá mal alguno, ni espada ni hambre veremos.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Negaron a Jehová, y dijeron: Él no es, y no vendrá mal sobre nosotros, ni veremos espada ni hambre;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mintieron acerca del Señor y dijeron: “¡Él no nos molestará! Ningún desastre vendrá sobre nosotros; no habrá guerra ni hambre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Renegaron de Yavé, diciendo: '¡No existe! Nada malo nos sucederá, no veremos ni espada ni escasez.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Renegaron de YHVH diciendo: ¡No hay tal!,° no vendrá sobre nosotros la calamidad; Ni tampoco veremos espada ni hambre;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Negaron a Jehová, y dijeron: Él no es, y no vendrá mal sobre nosotros, ni veremos espada ni hambre;

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Biblia Traducción en Lenguaje Actual

»Se han atrevido a negarme; ¡hasta afirman que yo no existo! Dicen que nada malo les pasará, que vivirán en paz y no pasarán hambre.

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Lòt tradiksyon



Jeremías 5:12
25 Referans Kwoze  

Pero ellos hacían burla de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que la cólera de Yahveh contra su pueblo creció tanto que ya no hubo remedio.


En su interior se dice: 'Jamás sucumbiré ni tendré nunca reveses'.


Del director. De David. Dice el necio en su interior: 'Dios no existe'. Corruptos, abominables en sus obras, no hay quien haga el bien.


no sea que, saciado, me desvíe y diga: '¿Quién es Yahveh?'. O que, por la indigencia, robe y profane el nombre de mi Dios.


¿Hay entre los ídolos de las naciones quien haga llover, o pueden los cielos dar lluvias? ¿Acaso no eres tú, Yahveh? ¡Dios nuestro, en ti esperamos, pues eres tú quien hace todas estas cosas!


Ni siquiera preguntaron: '¿Dónde está Yahveh, que nos sacó del país de Egipto y nos condujo por el desierto, tierra esteparia y agrietada, tierra seca y tenebrosa, tierra por donde nadie pasa y donde ningún hombre mora?'.


Y también haré que vuelvan a este lugar Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y todos los deportados de Judá que fueron a Babilonia -oráculo de Yahveh-, pues voy a romper el yugo del rey de Babilonia'.


Diré entonces: '¡Ah, Señor Yahveh!'. De verdad has engañado por completo a este pueblo y a Jerusalén, cuando decías: 'Tendréis paz', y la espada ha penetrado hasta el fondo del alma.


Cuando Jeremías terminó de decir al pueblo entero todas las palabras de Yahveh, su Dios, todas aquellas palabras que Yahveh, su Dios, le había mandado decirles,


los profetas profetizan con mentira, los sacerdotes gobiernan por su cuenta, y mi pueblo así lo quiere. Pero ¿qué haréis cuando llegue el fin?


Curan a la ligera la herida de mi pueblo, diciendo: 'Va todo muy bien', cuando todo va mal.


Ven cosas vanas y adivinaciones mentirosas esos que dicen: 'Oráculo de Yahveh', cuando Yahveh no los ha enviado, y esperan que él confirme sus palabras.


Si un hombre corriera tras el viento y dijera mentiras como ésta: 'Yo te haré profecías a cambio de vino y licores', ése sería el profeta digno de este pueblo.


Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por lucro, sus profetas adivinan por dinero, y se apoyan en Yahveh, diciendo: '¿No está Yahveh entre nosotros? ¡No nos sucederá nada malo!'.


Yahveh no querrá perdonarle, sino que se encenderá contra él la cólera y el celo de Yahveh; descargará sobre él todas las maldiciones escritas en este libro y Yahveh borrará su nombre de debajo del cielo.


El que cree en el Hijo de Dios, en sí mismo tiene el testimonio. El que no cree a Dios, le tacha de mentiroso, por no haber creído en el testimonio que Dios dio acerca de su Hijo.


Fijaos bien: si toma el camino de su país y sube hacia Bet Semes, es Yahveh quien nos ha traído esta gran calamidad; en caso contrario, sabremos que no fue su mano la que nos hirió, sino que esto nos ha sucedido por casualidad'.