Éxodo 10:22 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 Extendió Moisés su mano hacia el cielo, y por tres días hubo tinieblas densísimas en todo el país. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Moisés extendió su mano hacia los cielos, y una densa oscuridad cubrió toda la tierra de Egipto por tres días. Biblia Católica (Latinoamericana) Así lo hizo Moisés, y al instante densas tinieblas cubrieron Egipto por espacio de tres días. La Biblia Textual 3a Edicion Y Moisés extendió su mano a los cielos, y hubo una densa oscuridad por toda la tierra de Egipto durante tres días. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas en toda la tierra de Egipto por tres días. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Moisés extendió su brazo, y durante tres días todo Egipto quedó a oscuras. |
El pueblo se mantuvo a distancia, y Moisés avanzó hacia la densa nube donde estaba Dios.
mirará a la tierra y sólo encontrará angustia y tinieblas, oscuridad desoladora, lobreguez de desterrado.
Encapotaré los cielos cuando te extingas, oscureceré las estrellas; cubriré de nubarrones el sol la luna no dará su resplandor.
Oscureceré por causa tuya los astros fulgurantes del cielo, cubriré de tinieblas tu país' -oráculo del Señor Yahveh'.
Día tenebroso y oscuro, día nublado y sombrío. Como la aurora, así se extiende por los montes un pueblo numeroso y fuerte como no lo hubo nunca desde que existen los siglos, ni lo habrá después de él hasta las generaciones más lejanas.
Mirad que es Él quien forma las montañas y crea el viento, quien descubre al hombre su designio, quien hace la aurora y las tinieblas, quien camina por las cumbres de la tierra. Yahveh, Dios Sebaot, es su nombre.
Os he negado la lluvia cuando aún faltaban tres meses para la siega; he hecho llover en una ciudad y en otra ciudad no hecho llover; un campo fue regado por la lluvia, y otro campo se secó, sin lluvia.
Os acercasteis y estuvisteis al pie de la montaña. La montaña, envuelta en tinieblas, nubes y densa oscuridad, ardía en llamas que llegaban hasta el cielo.
Éstas son las palabras que dirigió Yahveh a toda vuestra asamblea, en la montaña, en medio del fuego, y de la nube y de la densa obscuridad, con voz potente, y no añadió más. Luego las escribió sobre dos tablas de piedra y me las entregó.
El quinto derramó su copa sobre el trono de la bestia. Su reino se cubrió de tinieblas y la gente se mordía la lengua de dolor.