'No temas, le dijo David, porque quiero tratarte con benevolencia por amor a Jonatán, tu padre. Voy a restituirte todas las tierras de Saúl, tu abuelo, y comerás siempre a mi mesa'.
Daniel 5:2 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bajo los efectos de la bebida, mandó traer los vasos de oro y de plata que su padre Nabucodonosor había sacado del templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus magnates, sus mujeres y sus concubinas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras Belsasar bebía, mandó traer las copas de oro y plata que su antecesor, Nabucodonosor, había sacado del templo de Jerusalén. Quería beber en ellas con sus nobles, sus esposas y sus concubinas. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de haber probado el vino, Belsasar ordenó que trajeran los vasos de oro y de plata que su padre Nabucodonosor había sacado del Templo de Jerusalén. Tanto el rey como sus altos funcionarios, sus mujeres y sus concubinas querían beber en ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Recalentado con el vino, Belsasar mandó traer los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre° había sacado del Santuario de Jerusalem, para que bebieran en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había sacado del templo de Jerusalén; para que bebiesen en ellos el rey y sus príncipes, sus esposas y sus concubinas. Biblia Traducción en Lenguaje Actual También Belsasar bebió mucho, y ya borracho mandó traer las copas de oro y plata que su padre Nabucodonosor había traído del templo de Jerusalén. Las mandó traer para que él y sus invitados siguieran bebiendo en ellas. |
'No temas, le dijo David, porque quiero tratarte con benevolencia por amor a Jonatán, tu padre. Voy a restituirte todas las tierras de Saúl, tu abuelo, y comerás siempre a mi mesa'.
Se llevó de allí todos los tesoros del templo de Yahveh y los del palacio real y destrozó todos los objetos de oro que Salomón, rey de Israel, había fabricado para el santuario de Yahveh, conforme a lo que Yahveh había anunciado.
El jefe de la guardia se apoderó también de los incensarios y de los aspersorios: todo lo que había de oro y de plata.
Después de ella tomó a Maacá, hija de Absalón; y ésta le dio a Abías, Atay, Zizá y Selomit.
Incluso a Maacá, madre de Asá, la despojó el rey de su dignidad de reina madre, porque había fabricado para aserá un ídolo abominable. Asá derribó el ídolo, lo hizo pedazos y lo quemó en el torrente Cedrón.
A la vuelta del año, el rey Nabucodonosor mandó que lo llevaran a Babilonia, juntamente con objetos preciosos del templo de Yahveh, y nombró rey de Judá y Jerusalén a Sedecías, hermano de su padre.
Se llevó a Babilonia todos los objetos del templo de Dios, grandes y pequeños; los tesoros del templo de Yahveh y los del rey y de sus jefes.
Incluso los objetos de oro y de plata del templo de Dios que Nabucodonosor había sacado del templo de Jerusalén y se había llevado al templo de Babilonia, el rey Ciro los hizo sacar del templo de Babilonia y se los entregó a un hombre llamado Sesbasar, a quien él puso como gobernador,
Todas las naciones le servirán, a él, a su hijo y al hijo de su hijo, hasta que también a su país le llegue el tiempo en que naciones numerosas y reyes poderosos lo esclavicen.
¡Espada sobre los caldeos -oráculo de Yahveh-, sobre los moradores de Babel, sobre sus jefes y sus sabios!
El jefe de la guardia se apoderó también de las jofainas, los braseros, los aspersorios, las ollas, los candelabros, los acetres y los cálices, lo que era de oro como oro y lo que era de plata como plata.
El Señor entregó en sus manos a Joaquín, rey de Judá, y parte de los objetos de la casa de Dios. Los llevó a la tierra de Senaar, al templo de sus dioses, y puso los objetos en el tesoro del templo de sus dioses.
Hay en tu reino un hombre que posee el espíritu de la adivinación divina y ya en tiempo de tu padre se halló en él una luz, una perspicacia y una sabiduría semejantes a las de los dioses. Por eso el rey Nabucodonosor, tu padre, lo nombró jefe de los magos, de los adivinos, de los caldeos y de los astrólogos.
Fue entonces llevado Daniel a la presencia del rey y el rey, tomando la palabra, le dijo a Daniel: '¿Eres tú Daniel, de los deportados de Judá, que el rey, mi padre, trajo de Judea?
¡Oh rey!, el Dios Altísimo dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad.
Te has alzado contra el Señor del cielo; has hecho que te trajeran los vasos de su casa, y habéis bebido vino en ellos tú y tus magnates, tus mujeres y tus concubinas; has venerado a los dioses de plata y de oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, y no has glorificado al Dios que tiene en su mano tu hálito vital y todos tus caminos.
Le trajeron, pues, los vasos de oro y de plata que habían sido sacados del templo de Dios de Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus magnates, sus mujeres y sus concubinas.
Bebieron vino y alabaron a sus dioses de oro de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra.
Su ofrenda consistía en una fuente de plata de ciento treinta siclos de peso y una escudilla de plata de setenta siclos, según el peso del siclo del santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;