Levántate, Señor, sal al paso y doblégalos. Sálvame del impío con tu espada;
Apocalipsis 6:4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y salió otro caballo, rojo; a su jinete se le dio el poder de quitar la paz de la tierra y de hacer que los hombres se degollaran entre sí; y se le dio una gran espada. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces apareció otro caballo, de color rojo. Al jinete se le dio una gran espada y la autoridad para quitar la paz de la tierra. Y hubo guerra y masacre por todas partes. Biblia Católica (Latinoamericana) Salió entonces otro caballo de color rojo fuego. Al que lo montaba se le ordenó que desterrara la paz de la tierra y se le dio una gran espada para que los hombres se mataran unos a otros. La Biblia Textual 3a Edicion Y salió otro caballo, rojo encendido; y al que lo montaba le fue dado quitar la paz de la tierra, y que se mataran unos a otros; y le fue dada una gran espada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y salió otro caballo, bermejo; y al que estaba sentado sobre él le fue dado poder de quitar la paz de la tierra, y que se matasen unos a otros; y le fue dada una grande espada. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Salió entonces un caballo rojizo. Y Dios le dio permiso al jinete de acabar con la paz del mundo, y de hacer que unos a otros se mataran. Y le dieron una gran espada. |
Levántate, Señor, sal al paso y doblégalos. Sálvame del impío con tu espada;
Y por la majestad que le dio, temblaban ante él y le respetaban todos los pueblos, naciones y lenguas. Mataba a quien quería, y a quien quería dejaba con vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba.
he tenido una visión durante la noche: había un hombre, montado en un caballo alazán, entre los mirtos que hay en la hondonada. Detrás de él había caballos alazanes, castaños y blancos.
El primer carro tenía un tiro de caballos rojos; el segundo carro de caballos negros;
No penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada.
Habéis de oír fragores de batallas y noticias de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis. Porque eso tiene que suceder, pero todavía no es el fin.
Respondió Jesús: 'Ninguna autoridad tendrías sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado'.
Y apareció otra señal en el cielo: un gran dragón de un rojo encendido, que tenía siete cabezas y diez cuernos y, sobre sus cabezas, siete diademas.
Quien está destinado al cautiverio, al cautiverio vaya. Quien mata a espada, a espada muera. Es la hora de la constancia y de la fe del pueblo santo.
Y me llevó en espíritu a un desierto. Vi a una mujer montada sobre una bestia roja que estaba llena de nombres blasfemos y tenía siete cabezas y diez cuernos.
Vi que la mujer estaba ebria de la sangre del pueblo santo y de la sangre de los testigos de Jesús. Su visión me dejó estupefacto.