El cetro del poder te lo envía el Señor desde Sión: domina en medio de tus enemigos.
Apocalipsis 6:2 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 Miré y apareció un caballo blanco. El jinete llevaba un arco; le dieron una corona y salió como vencedor y para vencer. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. Biblia Nueva Traducción Viviente Levanté la vista y vi que había un caballo blanco, y su jinete llevaba un arco, y se le colocó una corona sobre la cabeza. Salió cabalgando para ganar muchas batallas y obtener la victoria. Biblia Católica (Latinoamericana) Apareció un caballo blanco; el que lo montaba tenía un arco, le dieron una corona y partió como vencedor y para vencer. La Biblia Textual 3a Edicion Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que estaba sentado sobre él tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Miré entonces, y vi salir un caballo blanco. El que lo montaba llevaba en la mano flechas y un arco, y le dieron una corona. Había vencido a sus enemigos, y salía dispuesto a seguir venciendo. |
El cetro del poder te lo envía el Señor desde Sión: domina en medio de tus enemigos.
Salmo. Entonad al Señor un canto nuevo, pues llevó a cabo maravillas. Con su diestra se hace el triunfo, con su sagrado brazo.
Destruirá la muerte para siempre. Enjugará el Señor Yahveh las lágrimas de todos los rostros; el oprobio de su pueblo quitará de toda la tierra. Así lo ha dicho Yahveh.
he tenido una visión durante la noche: había un hombre, montado en un caballo alazán, entre los mirtos que hay en la hondonada. Detrás de él había caballos alazanes, castaños y blancos.
Y acercándose Jesús a ellos, les habló así: 'Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.
Porque él tiene que reinar hasta que ponga a todos sus enemigos a sus pies.
Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que decían: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.
Las naciones se habían airado, mas llegó tu ira y el tiempo de juzgar a los muertos, de dar la recompensa a tus siervos, los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruían la tierra'.
Miré, y apareció una nube blanca. Sentado sobre la nube uno semejante a Hijo de hombre, que tenía una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano.
Vi como un mar transparente, mezclado de fuego. Los vencedores de la bestia y de su imagen y de la cifra de su nombre, de pie sobre el mar transparente, con cítaras de Dios,
Lucharán contra el Cordero, pero el Cordero, junto con los suyos, los llamados, elegidos y fieles, los vencerá porque es Señor de señores y Rey de reyes '.
Le siguen los ejércitos del cielo sobre caballos blancos, vestidos de lino blanco y puro.
Al que venza, lo haré sentar conmigo en mi trono como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono'.
La apariencia de las langostas era como de caballos equipados para la guerra; tenían sobre sus cabezas coronas que parecían de oro y sus rostros eran rostros humanos.