al tercer día llegó del campamento de Saúl un hombre con los vestidos desgarrados y cubierta de polvo la cabeza. Al acercarse a David, se echó a tierra y se postró ante él.
2 Samuel 14:4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se presentó, pues, la mujer de Tecoa al rey y se postró rostro en tierra ante él, al tiempo que exclamaba: 'Auxíliame, ¡oh rey!'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro, hizo reverencia, y dijo: ¡Socorro, oh rey! Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando la mujer de Tecoa se acercó al rey, se inclinó rostro en tierra con profundo respeto y exclamó: —¡Oh rey, ayúdeme! Biblia Católica (Latinoamericana) La mujer de Tecoa fue donde el rey, se postró con el rostro en tierra y se puso a gritar: '¡Ayúdame, señor rey!' La Biblia Textual 3a Edicion Y la mujer de Tecoa habló al rey, y cayendo en tierra sobre su rostro, se postró y dijo: ¡Ayúdame, oh rey! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro hizo reverencia, y dijo: Oh rey, salva. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Cuando llegó ante David, se inclinó hasta el suelo en señal de respeto, y le dijo: —¡Ayúdeme usted, Su Majestad! |
al tercer día llegó del campamento de Saúl un hombre con los vestidos desgarrados y cubierta de polvo la cabeza. Al acercarse a David, se echó a tierra y se postró ante él.
Cayó entonces Joab rostro en tierra, postrándose, bendijo al rey y exclamó: 'Ahora sabe tu siervo, oh rey, mi señor, que cuento con tu favor, pues el rey va a cumplir los deseos de su siervo'.
El rey le preguntó: '¿Qué te pasa?'. A lo que ella respondió: 'Soy viuda; mi marido ya murió.
Gritó entonces Ajimás al rey: '¡Paz!'. Y se postró ante el rey, rostro en tierra. Luego continuó: '¡Bendito sea Yahveh, tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron su mano contra el rey, mi señor!'.
Se fue el muchacho, y David se levantó de junto a la piedra y, cayendo rostro en tierra, se postró tres veces. Después se besaron uno al otro, sollozando ambos, aunque más David.
Tan pronto como Abigail vio a David se apresuró a bajarse del asno y cayendo rostro en tierra ante David, se prosternó.