Cuando pequen contra ti -pues no hay hombre que no peque-, y tú te irrites contra ellos y los entregues al enemigo, y sus vencedores los lleven cautivos a tierra enemiga, lejana o cercana,
1 Juan 1:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad; Biblia Católica (Latinoamericana) Si decimos que no tenemos pecado, nos estamos engañando a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. La Biblia Textual 3a Edicion Si dijéramos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no decimos la verdad. |
Cuando pequen contra ti -pues no hay hombre que no peque-, y tú te irrites contra ellos y los entregues al enemigo, y sus vencedores los lleven cautivos a tierra enemiga, lejana o cercana,
Siguió preguntando Isaías: '¿Qué han visto en tu palacio?'. Respondió Ezequías: 'Pues han visto todo lo que hay en mi palacio. Nada quedó en el tesoro que no les mostrara'.
Cuando pequen contra ti -pues no hay hombre que no peque-, y tú te irrites contra ellos y los entregues a sus enemigos, y sus vencedores los lleven cautivos a un país lejano o próximo,
¿Cómo será justo un hombre ante Dios? ¿Cómo será puro un nacido de mujer?
'En verdad reconozco que así es: ¿cómo podrá un hombre ser justo ante Dios?
No entres en querella con tu siervo, pues no habría viviente que pudiera ante ti justificarse.
Por cierto, no existe en la tierra hombre tan justo que haga el bien y nunca peque.
Todos nosotros como ovejas errábamos, cada uno a su camino nos volvíamos. Pero Yahveh hizo que le alcanzara la iniquidad de todos nosotros.
Nadie invocaba tu nombre ni se animaba para asirse a ti; escondiste tu rostro de nosotros, nos hiciste tropezar por culpa nuestra.
dices: 'Sí, soy inocente; apártese ya su ira de mí', aquí estoy presentándome a juzgarte por haber dicho: 'No he pecado'.
Si la lepra se extiende por la piel de modo que cubra toda la piel del enfermo desde la cabeza a los pies, hasta donde puede apreciar el sacerdote,
Vosotros procedéis del diablo, que es vuestro padre, y son los deseos de vuestro padre los que queréis poner en práctica. Él fue homicida desde el principio; y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando profiere la mentira, está diciendo lo que le es propio, porque es mentiroso y padre de la mentira.
Que nadie se llame a engaño. Si alguno entre vosotros se tiene por sabio según este mundo, que se haga necio para hacerse sabio;
y altercados sin cuento, cual corresponde a hombres de mentalidad corrompida y privados de la verdad, que hacen de la religión negocio.
Pero los hombres malvados e impostores irán de mal en peor, engañando y engañados.
Llevad a la práctica la palabra y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos.
Si alguno cree ser realmente religioso y no refrena su lengua, sino que se engaña a sí mismo, su religión no es auténtica.
pues todos fallamos muchas veces. Si alguno no falla en el hablar, ése es varón perfecto, capaz de refrenar todo el cuerpo.
y sufrirán daño como salario de su iniquidad. Se complacen en entregarse a la orgía en pleno día; son vergüenza y deshonra; se deleitan en sus extravíos cuando banquetean con vosotros.
Si decimos que no hemos pecado, tachamos a Dios de mentiroso y su palabra no está en nosotros.
Si decimos que tenemos comunión con él, pero caminamos en las tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad.
Quien dice: 'Yo lo conozco', pero no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.
Si alguno dice: 'Yo amo a Dios', pero odia a su hermano, es mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.
gracias a esa verdad que permanece en nosotros y estará por los siglos con nosotros.
Me causó mucha alegría la venida de algunos hermanos y el testimonio que dieron de tu verdad, porque realmente andas en la verdad.