Eliseo mandó uno a decirle: Ve a bañarte siete veces en el Jordán, y tu carne quedará limpia.
Levítico 13:58 - Nueva Biblia Española (1975) El vestido, trama, urdimbre u objeto de cuero del que ha desaparecido la mancha al lavarlo, lo volverán a lavar y quedará puro. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero el vestido, la urdimbre o la trama, o cualquiera cosa de cuero que lavares, y que se le quitare la plaga, se lavará por segunda vez, y entonces será limpia. Biblia Nueva Traducción Viviente pero si la mancha desaparece de la ropa, de la tela o del artículo de cuero después de haber sido lavado, este se debe lavar nuevamente; y entonces quedará ceremonialmente puro. Biblia Católica (Latinoamericana) El vestido, la urdimbre o la trama o el objeto de cuero que después de ser lavados pierdan la mancha, serán lavados por segunda vez y quedarán puros. La Biblia Textual 3a Edicion El vestido, o tejido, o el punto, o cualquier objeto de cuero que hayas lavado y la mancha haya sido removida de ellos, entonces será lavado por segunda vez, y quedará limpio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero si después de lavado el vestido, tejido, urdimbre o cualquier objeto de cuero, ha desaparecido la mancha se lavará por segunda vez y quedará puro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero el vestido, o estambre, o trama, o cualquiera cosa de piel que lavares, y que se le quitare la plaga, se lavará por segunda vez, y entonces será limpia. |
Eliseo mandó uno a decirle: Ve a bañarte siete veces en el Jordán, y tu carne quedará limpia.
Entonces Naamán bajó al Jordán y se bañó siete veces, como había ordenado el profeta, y su carne quedó limpia, como la de un niño.
en una trama o urdimbre de lana o de lino, en un cuero o en cualquier objeto de piel,
Y si más tarde reaparece la mancha en el vestido, trama, urdimbre o en el objeto de piel, el mal sigue vivo. Quemarán todo lo infectado.
Esta es la ley sobre la infección en vestidos de lana o lino, en trama o urdimbre y en objetos de piel. Es la ley según la cual se declararán puros o impuros.
Estas promesas tenemos, amigos; por eso, limpiémonos toda suciedad de cuerpo ó de espíritu, y sigamos completando nuestra consagración con el respeto que a Dios se debe.
pues se relacionan sólo con alimentos, bebidas y abluciones diversas, observancias exteriores impuestas hasta que llegara el momento de poner las cosas en su punto.
y de parte de Jesús el Mesías, el testigo fidedigno, el primero en nacer de la muerte y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y con su sangre nos rescató de nuestros pecados,