Tú, que impartías instrucción a las multitudes y fortalecías las manos decaídas;
Sofonías 3:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Aquel día le dirán a Jerusalén: «No temas, Sión, ni te desanimes, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese día, la proclama en Jerusalén será: «¡Ánimo, Sion! ¡No temas! Biblia Católica (Latinoamericana) Ese día le dirán a Jerusalén:
'¡No tengas ningún miedo,
ni te tiemblen las manos!' La Biblia Textual 3a Edicion En aquel día se dirá a Jerusalem: ¡No temas, oh Sión, Ni se debiliten tus manos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aquel día se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión! ¡No desfallezcan tus manos! Biblia Reina Valera Gómez (2023) En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas: Sión, no se debiliten tus manos. |
Tú, que impartías instrucción a las multitudes y fortalecías las manos decaídas;
En aquel día se dirá: «¡Sí, este es nuestro Dios; en él confiamos, y él nos salvó! ¡Este es el Señor, en él hemos confiado; regocijémonos y alegrémonos en su salvación!»
Sión, portadora de buenas noticias, ¡súbete a una alta montaña! Jerusalén, portadora de buenas noticias, ¡alza con fuerza tu voz! Álzala, no temas; di a las ciudades de Judá: «¡Aquí está vuestro Dios!»
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.
Así dice el Señor, el que te hizo, el que te formó en el seno materno y te brinda su ayuda: “No temas, Jacob, mi siervo, Jesurún, a quien he escogido,
»No temas, porque no serás avergonzada. No te turbes, porque no serás humillada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud, y no recordarás más el oprobio de tu viudez.
No temas, tierra, sino alégrate y regocíjate, porque el Señor hará grandes cosas.
Judá e Israel, ¡no temáis! Vosotros habéis sido entre las naciones objeto de maldición, pero yo os salvaré, y seréis una bendición. ¡Cobrad ánimo!”
Pero ahora he decidido hacerles bien a Jerusalén y a Judá. ¡Así que no tengáis miedo!
Al día siguiente muchos de los que habían ido a la fiesta se enteraron de que Jesús se dirigía a Jerusalén;
Por esto, ya que por la misericordia de Dios tenemos este ministerio, no nos desanimamos.
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
Así que os pido que no os desaniméis a causa de lo que sufro por vosotros, ya que estos sufrimientos míos son para vosotros un honor.
Por tanto, renovad las fuerzas de vuestras manos cansadas y de vuestras rodillas debilitadas.