Hesbón y Elalé claman a gritos, hasta Yahaza se escuchan sus clamores. Por eso gritan los valientes de Moab, y flaquea su entereza.
Sofonías 1:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 »Ya se acerca el gran día del Señor; a toda prisa se acerca. El estruendo del día del Señor será amargo, y aun el más valiente gritará. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Biblia Nueva Traducción Viviente »Ese terrible día del Señor está cerca. Viene de prisa, un día de llanto amargo, un día cuando aun los hombres fuertes clamarán. Biblia Católica (Latinoamericana) Se aproxima el gran día de Yavé, ya está cerca, ya llega corrriendo. El día de Yavé: su solo estruendo es una cosa amarga, y hasta el valiente grita de pavor. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Se acerca el día grande de YHVH! Se acerca con gran apresuramiento; Amarga es la voz del día de YHVH: Clamará allí hasta el valiente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se acerca el gran día de Yahveh, se acerca, se echa encima. El estruendo del día de Yahveh es horrible: en él pedirá auxilio hasta el guerrero. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy presuroso; clamor del día de Jehová; amargamente gritará allí el valiente. |
Hesbón y Elalé claman a gritos, hasta Yahaza se escuchan sus clamores. Por eso gritan los valientes de Moab, y flaquea su entereza.
¡Mirad cómo gritan sus valientes en las calles! ¡amargamente lloran los mensajeros de paz!
Una voz resuena desde la ciudad, una voz surge del templo: Es la voz del Señor que da a sus enemigos su merecido.
y, clavando la mirada en la tierra, solo veréis aflicción, tinieblas y espantosa penumbra; ¡seréis arrojados a una oscuridad total!
Escuchad el clamor de los pastores y el gemido de los jefes del rebaño, porque el Señor destruye sus pastizales.
¡Ay! Será un día terrible, un día que no tiene parangón. Será un tiempo de angustia para Jacob, pero será librado de ella.
Pero ¿qué es lo que veo? Sus guerreros están derrotados; aterrados retroceden. Sin mirar atrás, huyen despavoridos. ¡Cunde el terror por todas partes! —afirma el Señor—.
Sus ciudades serán capturadas, y conquistadas sus fortalezas. En aquel día, el corazón de los guerreros de Moab será como el de una parturienta.
Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Pondré fin a ese refrán, y ya no volverán a repetirlo en Israel”. Y adviérteles también: “Ya llegan los días en que se cumplirán las visiones.
El día del Señor se acerca, sí, ya se acerca el día. Día cargado de nubarrones, día nefasto para los pueblos.
Llegó la hora; este es el día. Que no se alegre el que compra ni llore el que vende, porque mi enojo caerá sobre toda la multitud.
Los que logren escapar se quedarán en las montañas como palomas del valle, cada uno llorando por su maldad.
¡Ay de aquel día, el día del Señor, que ya se aproxima! Vendrá como devastación de parte del Todopoderoso.
Tocad la trompeta en Sión; dad la voz de alarma en mi santo monte. Tiemblen todos los habitantes del país, pues ya viene el día del Señor; en realidad ya está cerca.
Truena la voz del Señor al frente de su ejército; son innumerables sus tropas y poderosos los que ejecutan su palabra. El día del Señor es grande y terrible. ¿Quién lo podrá resistir?
El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.
¡Multitud tras multitud en el valle de la Decisión! ¡Cercano está el día del Señor en el valle de la Decisión!
Rugirá el Señor desde Sión, tronará su voz desde Jerusalén, y la tierra y el cielo temblarán. Pero el Señor será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los israelitas.
y me preguntó: ―¿Qué ves, Amós? ―Una canasta de fruta madura —respondí. Entonces el Señor me dijo: ―Ha llegado el tiempo de que Israel caiga como fruta madura; no volveré a perdonarlo.
»Aquel día se oirán gritos de auxilio, desde la puerta del Pescado, gemidos desde el Barrio Nuevo, y gran quebranto desde las colinas —afirma el Señor—.
¡Silencio ante el Señor omnipotente, porque cercano está el día del Señor; ha preparado el Señor un sacrificio y ha purificado a sus invitados!
»Voy a enviaros al profeta Elías antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.
El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del Señor, día grande y esplendoroso.
El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero.
En aquella ocasión, su voz conmovió la tierra, pero ahora ha prometido: «Una vez más haré que se estremezca no solo la tierra, sino también el cielo».
No os quejéis unos de otros, hermanos, para que no seáis juzgados. ¡El juez ya está a la puerta!
Llevados por la avaricia, estos maestros os explotarán a vosotros con palabras engañosas. Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su destrucción los acecha.