si te apartas del pecado que has cometido y en tu morada no das cabida al mal,
Salmos 7:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Señor mi Dios, ¿qué es lo que he hecho? ¿qué mal he cometido? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos iniquidad; Biblia Nueva Traducción Viviente Oh Señor mi Dios, si he hecho mal o soy culpable de injusticia, Biblia Católica (Latinoamericana) Señor Dios mío, si he actuado mal, si ha manchado mis manos la maldad, La Biblia Textual 3a Edicion Oh, YHVH Dios mío, si he hecho esto: Si hubo iniquidad en mis manos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 No desgarren mi vida, cual león: destroza y no hay quien salve. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oh Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, si hay iniquidad en mis manos; |
si te apartas del pecado que has cometido y en tu morada no das cabida al mal,
¡Mira cómo me acechan! Hombres crueles conspiran contra mí sin que yo, Señor, haya delinquido ni pecado.
Si en mi corazón hubiera yo abrigado maldad, el Señor no me habría escuchado;
―¡El Señor, Dios de dioses, sí, el Señor, Dios de dioses, sabe bien que no hicimos esto por rebeldía o por infidelidad! Y que todo Israel también lo sepa. Si no es así, que no se nos perdone la vida.
Ya que en presencia del Señor has hecho un pacto conmigo, que soy tu servidor, te ruego que me seas leal. Si me consideras culpable, no hace falta que me entregues a tu padre; ¡mátame tú mismo!
―¿Por qué tú y el hijo de Isaí conspiráis contra mí? —le preguntó Saúl—. Le diste comida y una espada. También consultaste a Dios por él para que se subleve y me aceche, como en realidad está pasando.
¡Ahora veo por qué todos vosotros conspiráis contra mí, y por qué nadie me informa del pacto que mi hijo ha hecho con el hijo de Isaí! Nadie se ha tomado la molestia de avisarme que mi propio hijo instiga a uno de mis súbditos a que se subleve y me aceche, como en realidad está pasando.
Padre mío, mira el borde de tu manto que tengo en la mano. Yo corté este pedazo, pero a ti no te maté. Reconoce que yo no intento hacerte mal ni traicionarte. Tú, sin embargo, me persigues para quitarme la vida, aunque yo no te he hecho ningún agravio.
y le dijo: ―¿Por qué haces caso a los que dicen que yo quiero hacerte daño?