Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor cumplirá lo que le ha prometido».
Salmos 101:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Quiero triunfar en el camino de perfección: ¿cuándo me visitarás? Quiero conducirme en mi propia casa con integridad de corazón. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entenderé el camino de la perfección Cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Tendré cuidado de llevar una vida intachable; ¿cuándo vendrás a ayudarme? Viviré con integridad en mi propio hogar. Biblia Católica (Latinoamericana) Me entrenaré en el camino perfecto; pero tú, ¿vendrás a mí?
No tendré más que rectas intenciones para actuar en mi casa. La Biblia Textual 3a Edicion Observaré atentamente el camino de la integridad. ¿Cuándo vendrás a mí? Andaré en la integridad de mi corazón en medio de mi casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Haré por comprender la causa justa, cuando ante mí viniere; procederé con noble corazón en medio de mi casa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Me conduciré con sabiduría en el camino de la perfección. ¿Oh, cuándo vendrás a mí? Con corazón perfecto andaré en medio de mi casa. |
Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor cumplirá lo que le ha prometido».
David reinó sobre todo Israel, gobernando al pueblo entero con justicia y rectitud.
En efecto, cuando Salomón llegó a viejo, sus mujeres le pervirtieron el corazón de modo que él siguió a otros dioses, y no siempre fue fiel al Señor su Dios como lo había sido su padre David.
»En cuanto a ti, si me sigues con integridad y rectitud de corazón, como hizo tu padre David, y me obedeces en todo lo que yo te ordene y cumples mis decretos y leyes,
Aunque no quitó de Israel los santuarios paganos, Asá se mantuvo siempre fiel al Señor,
También los habitantes de Judá, movidos por Dios, cumplieron unánimes la orden del rey y de los jefes, conforme a la palabra del Señor.
Pondré mis ojos en los fieles de la tierra, para que habiten conmigo; solo estarán a mi servicio los de conducta intachable.
¡Malhechores, apartaos de mí, que quiero cumplir los mandamientos de mi Dios!
Y a mí, pobre y necesitado, quiera el Señor tomarme en cuenta. Tú eres mi socorro y mi libertador; ¡Dios mío, no tardes!
Hacedme un altar de tierra, y ofrecedme sobre él vuestros holocaustos y sacrificios de comunión, vuestras ovejas y vuestros toros. Yo vendré al lugar donde os pida invocar mi nombre, y os bendeciré.
«Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad y con un corazón íntegro, y que he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente.
Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Pero, si os parece mal servir al Señor, elegid vosotros mismos a quiénes vais a servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora habitáis. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor».
Ajimélec le respondió al rey: ―¿Quién entre todos los oficiales del rey es tan fiel como tu yerno David, jefe de la guardia real y respetado en el palacio?