y llama a los que van por el camino, a los que no se apartan de su senda.
Para llamar a los que pasan por el camino, Que van por sus caminos derechos.
Llama a los hombres que pasan por ahí, ocupados en sus propios asuntos.
Desde allí interpela a los viajeros que van por su camino:
Para llamar a los que pasan, A los que van derechos por su senda:
para invitar a los transeúntes, a los que siguen derecho su camino.
para llamar a los que pasan, a los que van por sus caminos derechos.
Se sienta a las puertas de su casa, se sienta en una silla en lo más alto de la ciudad,
«¡Venid conmigo, inexpertos! —dice a los faltos de juicio—.