Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti.
Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
Mira hacia adelante y fija los ojos en lo que está frente a ti.
Que tus ojos miren de frente, que tu mirada sea franca.
Tus ojos miren de frente, Y ábranse tus párpados hacia lo que está delante.
Miren tus ojos de frente, dirige tu mirada hacia adelante.
Tus ojos miren lo recto, y tus párpados vean derecho delante de ti.
»Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer.
Aparta mi vista de cosas vanas, dame vida conforme a tu palabra.
Al necio le divierte su falta de juicio; el entendido endereza sus propios pasos.
El malvado es inflexible en sus decisiones; el justo examina su propia conducta.
Tus ojos verán alucinaciones, y tu mente imaginará estupideces.
¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas.
Aleja de tu boca la perversidad; aparta de tus labios las palabras corruptas.
Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos.
»El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz.