Acepta la enseñanza que mana de su boca; ¡grábate sus palabras en el corazón!
Proverbios 4:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Escucha, hijo mío, acoge mis palabras, y los años de tu vida aumentarán. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. Biblia Nueva Traducción Viviente Hijo mío, escúchame y haz lo que te digo, y tendrás una buena y larga vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Atiéndeme, pues, hijo mío, toma en serio mis palabras, y vivirás largos años. La Biblia Textual 3a Edicion Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escucha, hijo mío, acoge mis palabras y se te prolongarán los años de vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oye, hijo mío, y recibe mis palabras, y se te multiplicarán años de vida. |
Acepta la enseñanza que mana de su boca; ¡grábate sus palabras en el corazón!
Con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas.
Optad por mi instrucción, no por la plata; por el conocimiento, no por el oro refinado.
Escuchad, mujeres, la palabra del Señor; reciban vuestros oídos la palabra de su boca. Enseñad a vuestras hijas a entonar endechas; que unas a otras se enseñen este lamento:
Así, mientras existan los cielos sobre la tierra, vosotros y vuestros descendientes prolongaréis vuestra vida sobre la tierra que el Señor juró a vuestros antepasados que les daría.
»Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te lo ha ordenado, para que disfrutes de una larga vida y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios.
para que durante toda tu vida tú y tus hijos y tus nietos honréis al Señor tu Dios cumpliendo todos los preceptos y mandamientos que te doy, y para que disfrutes de larga vida.
Así que no dejamos de dar gracias a Dios, porque al oír vosotros la palabra de Dios que os predicamos, la aceptasteis no como palabra humana, sino como lo que realmente es, palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.