Quien por una recompensa denuncia a sus amigos verá a sus hijos desfallecer.
Proverbios 29:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 El que adula a su prójimo le tiende una trampa. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El hombre que lisonjea a su prójimo, Red tiende delante de sus pasos. Biblia Nueva Traducción Viviente Adular a un amigo es tenderle una trampa para los pies. Biblia Católica (Latinoamericana) Adular a su prójimo es tenderle una red bajo sus pies. La Biblia Textual 3a Edicion El hombre que adula a su prójimo, Le tiende una red a sus pasos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El hombre que adula a su prójimo le tiende una red a sus pasos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende a sus pies. |
Quien por una recompensa denuncia a sus amigos verá a sus hijos desfallecer.
No hacen sino mentirse unos a otros; sus labios lisonjeros hablan con doblez.
En sus palabras no hay sinceridad; en su interior solo hay corrupción. Su garganta es un sepulcro abierto; con su lengua profieren engaños.
El chismoso traiciona la confianza; no te juntes con la gente que habla de más.
La lengua mentirosa odia a sus víctimas; la boca lisonjera lleva a la ruina.
Con palabras persuasivas lo convenció; con lisonjas de sus labios lo sedujo.
Ellas te librarán de la mujer ajena, de la adúltera y de sus palabras seductoras.
»Desde lo alto envió el Señor un fuego que me caló hasta los huesos. A mi paso tendió una trampa y me hizo retroceder. Me abandonó por completo; a todas horas me sentía morir.
»¡Oíd esto, sacerdotes! ¡Pon atención, reino de Israel! ¡Escucha, casa real! ¡Contra vosotros es la sentencia! En Mizpa habéis sido una trampa; en el monte Tabor, una red tendida;
Tales individuos no sirven a Cristo nuestro Señor, sino a sus propios deseos. Con palabras suaves y lisonjeras engañan a los ingenuos.
Como sabéis, nunca hemos recurrido a las adulaciones ni a las excusas para obtener dinero; Dios es testigo.
Esto se lo repitieron a David, pero él respondió: ―¿Creéis que es cosa fácil ser yerno del rey? ¡Yo no soy más que un plebeyo insignificante!