Los mensajeros partieron de inmediato por orden del rey, y a la vez se publicó el edicto en la ciudadela de Susa. Luego el rey y Amán se sentaron a beber, mientras que en la ciudad de Susa reinaba la confusión.
Proverbios 29:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Cuando los justos prosperan, el pueblo se alegra; cuando los impíos gobiernan, el pueblo gime. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; Mas cuando domina el impío, el pueblo gime. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra. Pero cuando los perversos están en el poder, el pueblo gime. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando los justos están en el poder, el pueblo se alegra; cuando domina un malo, el pueblo gime. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando abundan los justos, el pueblo se regocija, Cuando gobierna el impío, el pueblo gime. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando abundan los justos, el pueblo se alegra; cuando domina un malvado, el pueblo gime. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cuando los justos están en autoridad, el pueblo se alegra; mas cuando gobierna el impío, el pueblo gime. |
Los mensajeros partieron de inmediato por orden del rey, y a la vez se publicó el edicto en la ciudadela de Susa. Luego el rey y Amán se sentaron a beber, mientras que en la ciudad de Susa reinaba la confusión.
Mardoqueo salió de la presencia del rey vistiendo ropas reales de azul y blanco, una gran corona de oro y un manto de lino fino color púrpura. La ciudad de Susa estalló en gritos de alegría.
Cuando el justo prospera, la ciudad se alegra; cuando el malvado perece, hay gran regocijo.
Cuando los justos triunfan, se hace gran fiesta; cuando los impíos se imponen, todo el mundo se esconde.
Un león rugiente, un oso hambriento, es el gobernante malvado que oprime a los pobres.
Cuando triunfan los impíos, la gente se esconde; cuando perecen, los justos prosperan.
Hay un mal que he visto en esta vida, semejante al error que cometen los gobernantes:
al necio se le dan muchos puestos elevados, pero a los capaces se les dan los puestos más bajos.
Luego me fijé en tanta opresión que hay en esta vida. Vi llorar a los oprimidos, y no había quien los consolara; el poder estaba del lado de sus opresores, y no había quien los consolara.
Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció y mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que había averiguado de los sabios.
Tocó el séptimo ángel su trompeta, y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: «El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos».