»¡Ay, mujeres de Israel! Llorad por Saúl, que os vestía con lujosa seda carmesí y os adornaba con joyas de oro.
Proverbios 25:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Como anillo o collar de oro fino son los regaños del sabio en oídos atentos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Como zarcillo de oro y joyel de oro fino Es el que reprende al sabio que tiene oído dócil. Biblia Nueva Traducción Viviente La crítica constructiva es, para quien la escucha, como un pendiente u otras joyas de oro. Biblia Católica (Latinoamericana) anillo de oro en un collar de zafiro, así es una sabia reprimenda para el que puede oírla. La Biblia Textual 3a Edicion Zarcillo de oro y joya de oro fino, Es el sabio que reprende al oído dócil. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Anillo de oro y alhaja preciosa: tal es un prudente reproche al oído atento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, es el que reprende al sabio que tiene oído dócil. |
»¡Ay, mujeres de Israel! Llorad por Saúl, que os vestía con lujosa seda carmesí y os adornaba con joyas de oro.
Ni el oro ni el cristal se comparan con ella, ni se cambia por áureas joyas.
Todos sus hermanos y hermanas, y todos los que antes lo habían conocido, fueron a su casa y celebraron con él un banquete. Lo animaron y lo consolaron por todas las calamidades que el Señor le había enviado, y cada uno de ellos le dio una moneda de plata y un anillo de oro.
Que la justicia me golpee, que el amor me reprenda; que el ungüento de los malvados no perfume mi cabeza, pues mi oración está siempre en contra de sus malas obras.
Aarón les respondió: ―Quitadles a vuestras mujeres los aretes de oro, y también a vuestros hijos e hijas, y traédmelos.
Así mismo, todos los que se sintieron movidos a hacerlo, tanto hombres como mujeres, llevaron como ofrenda toda clase de joyas de oro: broches, pendientes, anillos y otros adornos de oro. Todos ellos presentaron su oro como ofrenda mecida al Señor,
El necio desdeña la corrección de su padre; el que la acepta demuestra prudencia.
Los oídos para oír y los ojos para ver: ¡hermosa pareja que el Señor ha creado!
No reprendas al insolente, no sea que acabe por odiarte; reprende al sabio, y te amará.
El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal.