No envidies a los malvados, ni procures su compañía;
No tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos;
No envidies a la gente malvada ni desees su compañía.
No envidies a los malvados, no busques su compañía,
No envidies a los malvados, Ni desees estar con ellos,
No envidies a los hombres malvados, no busques estar con ellos,
No tengas envidia de los hombres malos, ni desees estar con ellos;
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos,
En la muerte, no me incluyas entre pecadores y asesinos,
No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias;
Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia; no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados.
Sentí envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de esos malvados.
El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado.
No envidies en tu corazón a los pecadores; más bien, muéstrate siempre celoso en el temor del Señor.
No te alteres por causa de los malvados, ni sientas envidia de los impíos,
No envidies a los violentos, ni optes por andar en sus caminos.
No sigas la senda de los perversos ni vayas por el camino de los malvados.
¡Evita ese camino! ¡No pases por él! ¡Aléjate de allí, y sigue adelante!