pero Sama se plantó en medio del campo y lo defendió, derrotando a los filisteos. El Señor les dio una gran victoria.
Proverbios 21:31 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Se prepara al caballo para el día de la batalla, pero la victoria depende del Señor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria. Biblia Nueva Traducción Viviente El caballo se prepara para el día de la batalla, pero la victoria pertenece al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Se equipa al caballo para el día del combate, pero la victoria depende de Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion El caballo es preparado para el día de la batalla, Pero la victoria es de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se adiestra al caballo para el día del combate; pero la victoria es cosa de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El caballo se prepara para el día de la batalla; pero la victoria viene de Jehová. |
pero Sama se plantó en medio del campo y lo defendió, derrotando a los filisteos. El Señor les dio una gran victoria.
Tú das la victoria a los reyes; a tu siervo David lo libras de la cruenta espada.
El Señor no se deleita en los bríos del caballo, ni se complace en la fuerza del hombre,
Estos confían en sus carros de guerra, aquellos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios.
Ellos son vencidos y caen, pero nosotros nos erguimos y de pie permanecemos.
Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza!
Nuestro Dios es un Dios que salva; el Señor Soberano nos libra de la muerte.
Me fijé en que en esta vida la carrera no la ganan los más veloces, ni ganan la batalla los más valientes; que tampoco los sabios tienen qué comer, ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía, sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos.
¡Ay de los que descienden a Egipto en busca de ayuda, de los que se apoyan en la caballería, de los que confían en la multitud de sus carros de guerra y en la gran fuerza de sus jinetes, pero no tienen en cuenta al Santo de Israel, ni buscan al Señor!
Ciertamente son un engaño las colinas, y una mentira el estruendo sobre las montañas. Ciertamente en el Señor nuestro Dios está la salvación de Israel.
¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!