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Proverbios 21:27 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

El sacrificio de los malvados es detestable, y más aún cuando se ofrece con mala intención.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

El sacrificio de los impíos es abominación; ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El sacrificio del malvado es detestable, sobre todo cuando lo ofrece con malas intenciones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Yavé siente horror por el sacrificio de los malvados, sobre todo si ofrecen con una mala intención.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Los sacrificios del malvado son abominación, ¡Cuánto más cuando los ofrece con malicia!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El sacrificio de los malvados es abominable, y más si se ofrece con mala intención.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El sacrificio de los impíos es abominación: ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad!

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Proverbios 21:27
14 Referans Kwoze  

El Señor aborrece las ofrendas de los malvados, pero se complace en la oración de los justos.


Dios aborrece hasta la oración del que se niega a obedecer la ley.


«Tengo en mi casa sacrificios de comunión, pues hoy he cumplido mis votos.


Cuando vayas a la casa de Dios, cuida tus pasos y acércate a escuchar en vez de ofrecer sacrificio de necios, que ni conciencia tienen de que hacen mal.


Pero los que sacrifican toros son como los que matan hombres; los que ofrecen corderos son como los que desnucan perros; los que presentan ofrendas de grano son como los que ofrecen sangre de cerdo, y los que queman ofrendas de incienso son como los que adoran ídolos. Ellos han escogido sus propios caminos, y se deleitan en sus abominaciones.


¿De qué me sirve este incienso que llega de Sabá, o la caña dulce de un país lejano? Vuestros holocaustos no me gustan; vuestros sacrificios no me agradan».


Entonces Moisés, sumamente enojado, le dijo al Señor: ―No aceptes la ofrenda que te traigan, que yo de ellos no he tomado ni siquiera un asno, ni les he hecho ningún daño.


»¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Cerráis el reino de los cielos a los demás, y ni entráis vosotros ni dejáis entrar a los que intentan hacerlo.