Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios, y el Dios de tus descendientes.
Proverbios 20:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos los hijos que sigan su ejemplo! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Camina en su integridad el justo; Sus hijos son dichosos después de él. Biblia Nueva Traducción Viviente Los justos caminan con integridad; benditos son los hijos que siguen sus pasos. Biblia Católica (Latinoamericana) El justo que lleva una vida irreprochable; ¡felices sus hijos después de él!' La Biblia Textual 3a Edicion El justo que camina en su integridad, Deja hijos bienaventurados tras él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El justo camina en su integridad. ¡Dichosa será su descendencia! Biblia Reina Valera Gómez (2023) El hombre justo camina en su integridad, bendecidos serán sus hijos después de él. |
Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios, y el Dios de tus descendientes.
En la región de Uz había un hombre recto e intachable, que temía a Dios y vivía apartado del mal. Este hombre se llamaba Job.
Sus hijos dominarán el país; la descendencia de los justos será bendecida.
Solo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad;
Hazme justicia, Señor, pues he llevado una vida intachable; ¡en el Señor confío sin titubear!
El hombre de bien deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos.
El que va por buen camino teme al Señor; el que va por mal camino lo desprecia.
El temor del Señor es un baluarte seguro que sirve de refugio a los hijos.
Solo el que procede con justicia y habla con rectitud, el que rechaza la ganancia de la extorsión y se sacude las manos para no aceptar soborno, el que no presta oído a las conjuras de asesinato y cierra los ojos para no contemplar el mal.
Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos.
Ambos eran rectos e intachables delante de Dios; obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor.
En efecto, la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar.
Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre vosotros, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana, sino a la gracia de Dios.